La política argentina sigue mostrando su costado más crudo. En un sincericidio que encendió alarmas en el oficialismo y la oposición, Adolfo Sabrán, ministro de Hacienda de Misiones y uno de los hombres de mayor confianza de Carlos Rovira, reveló sin tapujos que los senadores renovadores decidieron votar contra la ley de Ficha Limpia para impedir que Mauricio Macri “se colgara una medalla”. “Lo hicimos para no beneficiar políticamente a Macri”, declaró Sabrán en medios locales, en referencia al debate que tuvo lugar la semana pasada en el Senado, donde el proyecto fue rechazado por un margen estrecho, con el voto decisivo de los misioneros Sonia Rojas Decut y Carlos Arce. Ambos legisladores forman parte del Frente Renovador de la Concordia, que responde directamente a Rovira, el líder del espacio que gobierna la provincia desde hace dos décadas. La confesión sacudió el tablero político y puso en evidencia cómo la disputa electoral pesa más que el debate institucional. El proyecto de Ficha Limpia, respaldado por organizaciones civiles y con fuerte consenso ciudadano, buscaba impedir que personas con condenas por corrupción en segunda instancia pudieran ser candidatas a cargos electivos. Había sido impulsado por legisladores del PRO, especialmente por Silvia Lospennato, quien lo presentó por primera vez en 2016. El presidente Javier Milei había lanzado fuertes acusaciones tras la caída del proyecto, asegurando que existía un pacto entre Macri y Cristina Kirchner para frenar la ley. Tanto el expresidente como Lospennato desmintieron la versión, y ahora la revelación de Sabrán cambia el foco de la discusión: el rechazo de la ley no habría sido fruto de un acuerdo entre “la casta”, sino de una jugada política de Rovira para impedir que el PRO se anotara un triunfo legislativo. Desde el oficialismo libertario aprovecharon la confesión del ministro misionero para redoblar críticas. “Lo de Ficha Limpia fue una derrota de la ciudadanía por culpa de la vieja política”, dijeron desde la bancada de La Libertad Avanza. Sin embargo, también dentro del Gobierno hay autocríticas por la falta de articulación y estrategia legislativa, algo que fue señalado por opositores como Miguel Ángel Pichetto y Rodrigo De Loredo. El caso también desnuda las limitaciones del Gobierno nacional a la hora de construir mayorías parlamentarias en un Congreso fragmentado y sin interlocutores claros. El bloque de La Libertad Avanza, sin capacidad de negociación transversal, volvió a fracasar en una votación clave, aun en un tema con alto consenso público. El ministro Sabrán, por su parte, no se desdijo. Su sinceridad deja una certeza incómoda: incluso proyectos con fuerte legitimidad social como Ficha Limpia pueden naufragar cuando entran en la lógica del cálculo electoral. En este caso, para evitar que un expresidente —con ambiciones renovadas— pueda capitalizar políticamente una bandera ética.