El proyecto busca revalorizar el microcentro y convertir al "Palacio de los Deportes" en un ícono del siglo XXI. El Luna Park, uno de los espacios más representativos de la vida cultural y deportiva argentina, se prepara para una transformación histórica. Un proyecto integral prevé aumentar su capacidad en un 60%, incorporar palcos VIP, modernizar sus instalaciones internas y construir cocheras subterráneas que faciliten el acceso al predio. Si bien se trata de una obra ambiciosa, los responsables del plan remarcan que se mantendrá intacta la histórica fachada, símbolo inconfundible del paisaje porteño. Esta decisión fue clave para que la propuesta avanzara sin chocar con los organismos que protegen el patrimonio arquitectónico. Además del rediseño estructural, se proyecta dotar al nuevo Luna Park de tecnología de última generación para eventos deportivos, conciertos y espectáculos internacionales, alineándolo con los estándares globales de arenas multipropósito. La iniciativa se inserta en un contexto de revitalización del microcentro, que el Gobierno de la Ciudad impulsa para reactivar una zona golpeada por la pandemia y el teletrabajo. Con una inversión privada millonaria y la colaboración del Club Obras y la Iglesia Universal, propietarios actuales del predio, el nuevo Luna Park promete convertirse en un ícono renovado del espectáculo argentino.                                            Live Nation y Finkestein se quedaron con el Luna por los próximos 40 años. Aumentará la capacidad a 13 mil personas.