Los gobernadores de la *Patagonia* —*Alberto Weretilneck* (Río Negro), *Ignacio Torres* (Chubut) y *Rolando Figueroa* (Neuquén)— protagonizaron este viernes un acto político con fuerte impronta electoral. En Rawson, al presentar la ampliación del *Gasoducto Cordillerano, también enviaron un mensaje claro: criticaron el modelo económico nacional y reclamaron una reforma de la coparticipación federal, marcando una ruptura abierta con las políticas de *Javier Milei*.   Un acto técnico con mensaje político Formalmente se presentó el avance de una obra que beneficiará a más de 12.000 familias, con una inversión conjunta de USD50 millones. Pero el discurso fue político: los gobernadores reclamaron una *Patagonia escuchada* y pusieron en evidencia la afectación de fondos y obras públicas por las decisiones desde Buenos Aires. Torres resumió: > “Para crecer, el país debe mirar al sur… tenemos un grito federal”, apuntó con tono electoral.                                        Weretilneck, del guiño a Milei al portazo federal Lo que sorprende del giro de Weretilneck es que *hace apenas semanas se mostraba como un colaborador institucional del Gobierno nacional. Incluso promovió cambios en su gabinete alineados con la política de ajuste impulsada desde Casa Rosada y votó a favor de varios artículos de la Ley Bases. Su discurso de ahora, centrado en la crítica a la concentración de recursos en Nación, contrasta fuertemente con esa postura reciente. *La distancia que intenta marcar hoy con Milei no borra su rol como socio silencioso del ajuste.*  Pasos hacia una pulseada federal “Grito federal” no fue un slogan: es una señal de que los patagónicos están construyendo una estrategia conjunta, que incluiría *leyes en el Senado y Diputados para anclar un nuevo esquema de recursos*, sin depender sólo del Ejecutivo nacional. Además, la señal es electoral: Weretilneck y compañía empiezan a mostrarse como bloc opositor, incluso sin foto en la Casa Rosada. Qué implica para Nación Con este gesto, la Patagonia emerge como bloque operativo: obras propias, producción energética clave (gas, petróleo, hidráulica y eólica), y discurso crítico frente a un gobierno que busca centralización. El contraste con la cúpula oficial profundiza la grieta y coloca a Milei bajo presión territorial.   El sur se planta, pero la memoria política no se borra. Weretilneck ahora levanta la voz, aunque su silencio anterior frente al ajuste nacional todavía resuena.     SEGUINOS EN NUESTRO CANAL DE WHATSAPP PARA ESTAR SIEMPRE ACTUALIZADO https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M