En una postal tan curiosa como inesperada, un grupo de mujeres autoconvocadas se presentó este jueves por la tarde frente a la residencia de Cristina Kirchner en Constitución para realizar una protesta simbólica: todas ellas llevaban en sus tobillos pulseras y tobilleras de flores, en clara referencia irónica a la tobillera electrónica que la justicia le impuso a la exmandataria en el marco de su prisión domiciliaria. Las manifestantes —en su mayoría jóvenes feministas de agrupaciones barriales— desplegaron carteles con consignas como "Tobilleras para todas" y "La justicia es para el pueblo, no solo para la casta", mezclando reclamos por igualdad ante la ley con cuestionamientos a lo que consideran un "trato de privilegio" para Cristina Kirchner. La protesta fue pacífica, pero no pasó desapercibida para el operativo de seguridad montado en la zona: decenas de efectivos de la Policía Federal y de la Ciudad custodiaron los accesos a la calle San José, donde reside la expresidenta, para evitar incidentes con la militancia kirchnerista que permanece en vigilia desde el fallo judicial. "Queremos visibilizar que hay miles de mujeres en situación de violencia que no tienen ni protección, ni tobilleras electrónicas, ni recursos para defenderse, mientras la señora Cristina recibe un trato VIP de la Justicia", explicó a LPO una de las organizadoras, que pidió mantener su identidad en reserva. La manifestación coincidió con nuevas tensiones en el entorno político y judicial de la expresidenta, luego de que la Cámara de Casación confirmara las condiciones estrictas de su detención domiciliaria, que incluyen la prohibición de alterar la tranquilidad del vecindario y la obligación de usar tobillera electrónica con monitoreo permanente. Desde el kirchnerismo minimizaron el episodio y hablaron de una "puesta en escena de la oposición", pero el gesto llamó la atención incluso en medios internacionales. No es la primera vez que movimientos feministas o sociales marcan distancia con la figura de la líder peronista, especialmente luego de sus polémicas declaraciones sobre causas de género. Por el momento, las protestas se mantienen bajo control, pero la tensión en las calles de Constitución crece a medida que se acercan nuevas movilizaciones en apoyo a la exmandataria. La agenda política y social sigue girando en torno a la situación judicial de Cristina Kirchner, convertida en epicentro inevitable del debate nacional.