OCA se derrumba: deuda impagable y futuro incierto La empresa de logística OCA, una de las más tradicionales del país, ingresó oficialmente en concurso preventivo de acreedores. La compañía acumula deudas por más de 100 mil millones de pesos y enfrenta una situación crítica que pone en riesgo su continuidad operativa y la estabilidad de sus trabajadores. El proceso judicial se abrió luego de que la firma reconociera su incapacidad para hacer frente a las obligaciones con proveedores, empleados y organismos públicos. La deuda incluye cargas previsionales, impositivas, pagos a la AFIP y compromisos salariales que no han podido ser regularizados.   El titular de ARCA, Juan Pazo. OCA ya venía operando en un contexto muy adverso desde hace años. Los cambios en el mercado de envíos, la irrupción de nuevas plataformas de logística, la caída en la demanda del comercio electrónico y los problemas financieros internos generaron un cóctel explosivo. Además, la empresa arrastra conflictos sindicales y denuncias por irregularidades en la gestión anterior, lo que terminó debilitando aún más su posición. El escenario actual plantea un desafío complejo: evitar la quiebra, sostener los empleos y buscar una salida ordenada con el apoyo judicial.   El ex dueño de OCA, Cristóbal López.   Actualmente OCA cuenta con más de 6 mil empleados en todo el país, muchos de los cuales temen por la continuidad de sus puestos de trabajo. En las últimas semanas, hubo demoras en los pagos y reducción de servicios, especialmente en el interior, lo que encendió todas las alarmas. El concurso fue presentado como una medida para ganar tiempo y ordenar las cuentas, pero el volumen de la deuda y el contexto económico general complican el camino. La compañía necesitará un acuerdo con los principales acreedores y eventualmente un plan de reestructuración que incluya inversores o cambios drásticos en su estructura. El colapso de una firma de esta magnitud, con presencia nacional y décadas de trayectoria, también genera impacto político. Hay preocupación en el Gobierno por el posible efecto en la cadena de logística postal, en especial en zonas donde OCA tiene presencia dominante. El conflicto podría escalar si no se encuentra una salida rápida.