En un giro inesperado dentro de la investigación por la distribución de fentanilo contaminado que habría provocado al menos 15 muertes en Santa Fe, el abogado Sebastián Daniel Nanini se presentó ante la Justicia como presidente de HLB Pharma Group S.A., uno de los laboratorios implicados en la elaboración del lote defectuoso. Nanini, conocido por haber sido defensor del empresario Lázaro Báez y su exesposa, Norma Calismonte, también se desempeña actualmente como director de asuntos legales en la Municipalidad de José C. Paz, bajo la gestión del intendente Mario Ishii. Además, fue apoderado de la lista “PJ Todos” en la provincia de Buenos Aires. La causa, que está a cargo del juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, investiga la distribución de un lote de fentanilo contaminado con las bacterias Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, elaborado y distribuido por los Laboratorios Ramallo y HLB Pharma. Este lote, identificado como “31202”, fue producido en diciembre de 2024 y ha sido vinculado a múltiples casos de infecciones graves y muertes en centros de salud, incluyendo el Hospital Italiano de La Plata, donde se reportaron 14 fallecimientos entre 18 pacientes infectados. En su presentación judicial, Nanini afirmó que HLB Pharma se encuentra en proceso de venta y que su vinculación con la empresa comenzó después de la elaboración del lote cuestionado. Sin embargo, las autoridades de la ANMAT han señalado que los directores técnicos responsables de autorizar la salida de medicamentos al mercado no han cambiado desde la producción del lote contaminado. Además, durante los allanamientos realizados, los inspectores fueron recibidos por el mismo farmacéutico que figura como director técnico en los registros oficiales. Hasta el momento, el juez Kreplak no ha tomado medidas sobre la presentación de Nanini, y su declaración tiene una relevancia limitada en la instrucción del expediente. No obstante, la aparición de una figura con antecedentes en causas judiciales de alto perfil y vínculos con el peronismo bonaerense añade una nueva dimensión política al caso. El escándalo del fentanilo contaminado continúa generando preocupación en el ámbito de la salud pública y la política, mientras se espera que la investigación judicial avance para determinar las responsabilidades y prevenir futuras tragedias.