En una decisión que ha generado inquietud en los mercados financieros, el ministro de Economía, Luis Caputo, impidió que el Banco Supervielle emitiera una obligación negociable en dólares por USD 20 millones. La medida, tomada por temor al impacto cambiario, ha encendido alarmas en Wall Street sobre la estabilidad y previsibilidad del régimen cambiario argentino. La operación del Banco Supervielle, que buscaba captar fondos en moneda extranjera, fue detenida por el gobierno, evidenciando una postura cautelosa frente a la dolarización de pasivos en el sistema financiero. Esta decisión ha sido interpretada por analistas e inversores como una señal de que el gobierno argentino podría estar reconsiderando su estrategia cambiaria y financiera. La medida también ha generado preocupación entre los inversores internacionales, quienes temen que restricciones similares puedan aplicarse a otras operaciones financieras, afectando la confianza en el mercado argentino. La falta de claridad en las políticas cambiarias y la intervención en operaciones privadas podrían desalentar futuras inversiones y complicar el acceso al financiamiento externo. En este contexto, la decisión de Caputo de frenar la emisión de deuda en dólares del Supervielle se suma a una serie de medidas que reflejan la complejidad del panorama económico argentino y la necesidad de definir una estrategia clara y coherente para estabilizar el mercado cambiario y recuperar la confianza de los inversores.