La política mendocina atraviesa un momento de alta tensión tras la reciente afiliación de la vicegobernadora Hebe Casado a La Libertad Avanza (LLA). Este movimiento generó malestar entre los libertarios locales, quienes ven con recelo cualquier acercamiento al oficialismo provincial liderado por el gobernador Alfredo Cornejo. Casado, identificada con el ala bullrichista del PRO, formalizó su incorporación a LLA en un contexto donde Cornejo busca fortalecer vínculos con la administración nacional de Javier Milei. Sin embargo, esta estrategia no es bien recibida por todos. Los libertarios mendocinos, que han mantenido una postura crítica hacia el radicalismo provincial, consideran que una alianza con Cornejo podría diluir sus principios y autonomía política. En paralelo, el gobernador Cornejo mantiene negociaciones con la Casa Rosada y evalúa la posibilidad de adelantar las elecciones provinciales, una jugada que podría redefinir el mapa político local. La resistencia de los libertarios a un acuerdo con el oficialismo provincial complica estos planes y evidencia las fracturas internas dentro de LLA en Mendoza. La situación plantea interrogantes sobre el futuro de las alianzas políticas en la provincia y la capacidad de LLA para mantener su cohesión frente a los desafíos electorales que se avecinan.