Máximo Kirchner dejó atrás las dudas y ya juega a fondo su candidatura para las elecciones legislativas de septiembre. El líder de La Cámpora y presidente del PJ bonaerense empezó a mostrarse como jefe natural de la resistencia kirchnerista mientras su agrupación difunde en redes y en actos militantes audios de Cristina Fernández de Kirchner grabados desde su departamento de Constitución, donde cumple prisión domiciliaria. La decisión de mostrar a Máximo como la cara visible del espacio no es casual: en el corazón de la militancia ya circula la consigna “Con Cristina proscripta, conduce Máximo”, una fórmula que busca sintetizar la continuidad del liderazgo K en medio del convulsionado panorama judicial y político que atraviesa el peronismo. El operativo incluye mensajes de la ex presidenta grabados desde su encierro domiciliario, en los que llama a “organizar la resistencia” y “defender el proyecto nacional y popular”. Los audios ya son utilizados en actos barriales, encuentros sindicales y piezas virales que circulan por WhatsApp, Telegram y las redes sociales de La Cámpora. “Es ella hablando desde la proscripción, como Perón en el exilio. Y Máximo es el heredero natural”, deslizó sin rodeos un dirigente camporista de la tercera sección electoral a El Pulso Político. La estrategia busca blindar la figura de Máximo frente a otros sectores del peronismo que desconfían de su construcción territorial y su capacidad para sumar más allá del núcleo duro.         No es un detalle menor que este relanzamiento de la figura de Kirchner hijo coincide con el creciente malestar de los intendentes del Conurbano, que temen quedar relegados en el armado de las listas bonaerenses. “Máximo quiere cabeza de lista, pero nosotros también tenemos votos reales en los distritos”, protestó un jefe comunal del GBA ante este medio. En paralelo, se intensifica el debate interno sobre el rumbo del peronismo frente al gobierno de Javier Milei. Mientras un sector impulsa la movilización permanente en las calles –con Cristina como bandera simbólica–, otros referentes, como Sergio Massa y algunos gobernadores, reclaman una estrategia de negociación institucional para evitar un choque frontal con la Casa Rosada. “Si vamos sólo con Máximo y La Cámpora no alcanzamos. Hay que ampliar el frente, sumar a los moderados, a los sindicatos, a los movimientos sociales”, advierte un armador peronista que aún resiste el avance camporista. El resultado de esta pulseada interna se definirá en la confección de las listas para las elecciones del 7 de septiembre, donde se juegan bancas clave en el Congreso y la posibilidad de reposicionar al kirchnerismo en la oposición. Mientras tanto, Máximo avanza con su instalación. Con audios de Cristina de fondo, la campaña ya empezó. Y promete ser feroz.