Política y economía global

Preocupación en el Gobierno: refuerzan la seguridad en embajadas por el alineamiento de Milei con Israel

La Cancillería y el Ministerio de Seguridad ordenaron blindar representaciones argentinas en Medio Oriente y Europa tras la ruptura con Palestina. En la Rosada temen represalias de grupos radicalizados. Alerta en el sistema de inteligencia.

  • 17/06/2025 • 09:58

El fuerte alineamiento internacional de Javier Milei con el gobierno de Israel empieza a tener consecuencias concretas en el frente diplomático y de seguridad. Por orden de la Cancillería y el Ministerio de Seguridad, el Gobierno dispuso reforzar la custodia en todas las embajadas argentinas en Medio Oriente y Europa, en alerta ante eventuales represalias de grupos extremistas islámicos.

La medida fue dispuesta luego de un informe reservado que circuló en el sistema de inteligencia, en el que se advierte sobre la posibilidad de reacciones hostiles tras la decisión del Gobierno de cerrar la representación argentina en Palestina y manifestar un respaldo incondicional al gobierno de Benjamin Netanyahu.

En la Casa Rosada reconocen que la situación genera inquietud. "No hay amenazas concretas, pero estamos en un nivel preventivo alto", explicaron fuentes diplomáticas a El Pulso Político. Las sedes en Irán y Líbano figuran entre las más vigiladas, pero también se extreman precauciones en misiones ubicadas en Francia, España y Alemania.

El alineamiento de Milei con Israel —único en la región— incomodó incluso a gobiernos latinoamericanos que, como Brasil o Colombia, tomaron distancia de la ofensiva militar en Gaza. La decisión argentina de cerrar su embajada en Ramallah y cortar vínculos diplomáticos con la Autoridad Nacional Palestina desató críticas de la ONU y de organizaciones humanitarias.

Un giro geopolítico con riesgos

En los servicios de inteligencia argentinos admiten que este giro de política exterior podría convertir a las representaciones nacionales en eventuales blancos de ataques. Por eso, en los últimos días se activaron protocolos de seguridad reforzados, especialmente en los consulados y embajadas de Medio Oriente.

Según pudo saber este medio, además del refuerzo de seguridad física, se revisaron rutas de evacuación, sistemas de videovigilancia y accesos digitales a las sedes diplomáticas. También se dio intervención a agencias extranjeras de inteligencia aliadas.

En paralelo, desde el Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich instruyeron a la Policía Federal y a la Gendarmería a elevar la vigilancia en centros comunitarios judíos de Buenos Aires, como la AMIA y la DAIA, ante la posibilidad de que se replique algún tipo de amenaza local.

Ruido interno en Cancillería

En los pasillos del Palacio San Martín algunos diplomáticos de carrera se mostraron incómodos con el giro unilateral hacia Israel. "Esto nos expone innecesariamente en una zona del mundo donde la neutralidad siempre nos protegió", confió un funcionario con acceso al área de Medio Oriente.

La canciller Diana Mondino, sin embargo, ratificó la decisión presidencial y relativizó los riesgos: "No tenemos informes de amenaza directa, pero actuamos con responsabilidad", dijo en estricto off.

¿Una jugada de alto costo?

Mientras Milei intenta mostrarse como un socio estratégico de Occidente y de Israel, en el propio gobierno crecen las voces que advierten sobre el riesgo de esta sobreexposición geopolítica. La memoria de los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA en los ‘90 sobrevuela todas las reuniones de seguridad.

“No es un tema menor; estamos jugando en una liga donde el riesgo real existe”, admitió un alto funcionario de Seguridad.

Por ahora, la instrucción es clara: extremar precauciones en todas las sedes argentinas del mundo. Pero en los pasillos oficiales saben que, cuando se toca el tablero de Medio Oriente, las consecuencias son siempre imprevisibles.