Axel Kicillof encendió la mecha diplomática en medio del terremoto político que generó la confirmación de la condena a Cristina Kirchner. El gobernador bonaerense aseguró este martes que la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham) habría exigido a la Corte Suprema avanzar con el fallo contra la expresidenta, una acusación explosiva que tensiona aún más las relaciones con Washington. “Lo dijo la propia Cámara de Comercio norteamericana, la AmCham, en un comunicado reciente: pedían la certeza jurídica y que se resolviera la situación de Cristina Kirchner. La presión internacional es evidente”, disparó Kicillof en declaraciones a la prensa tras participar de un acto en La Plata. Su frase cayó como una bomba en la embajada de EE.UU., desde donde evitaron hacer comentarios formales pero dejaron trascender su “sorpresa” y “rechazo absoluto” a la insinuación. En la Rosada, la jugada de Kicillof generó incomodidad. “No es momento de abrir un frente con Estados Unidos”, deslizó un funcionario libertario, preocupado por el impacto de estas declaraciones en las negociaciones económicas con el FMI y fondos de inversión. Desde el entorno del gobernador explicaron que Kicillof se basó en un reciente informe de AmCham que reclamaba mayor previsibilidad institucional para las inversiones extranjeras y mencionaba expresamente la necesidad de "resoluciones firmes en causas que afectan la transparencia de la política argentina". Para el kirchnerismo duro, ese texto fue un mensaje cifrado a los jueces de la Corte. “Hay intereses detrás de este fallo. No es sólo la interna argentina. Están jugando actores de afuera que quieren disciplinar a la política nacional”, insistieron fuentes del Instituto Patria consultadas por El Pulso Político. En paralelo, la oposición y el oficialismo libertario salieron a cruzar a Kicillof. “Es una declaración irresponsable que daña la relación con nuestro principal socio comercial”, respondió un legislador de La Libertad Avanza. En Juntos por el Cambio también se sorprendieron con el giro antiamericano del gobernador. En Washington, la noticia ya circula. Según pudo saber este medio, diplomáticos norteamericanos evalúan pedir explicaciones formales por los dichos de Kicillof a través de Cancillería. El episodio suma tensión a un tablero político y judicial que arde tras la decisión de la Corte Suprema de dejar firme la condena a Cristina Kirchner, quien además pidió cumplir prisión domiciliaria. Mientras tanto, el peronismo refuerza su relato de “proscripción” y busca apoyo en la región, como ya mostró el respaldo de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. El affaire Kicillof-AmCham amenaza con abrir un nuevo capítulo en el ya agitado escenario argentino.