En una economía con más de USD 250.000 millones en billetes fuera del sistema, el Gobierno de Javier Milei lanzó una apuesta audaz: facilitar el ingreso de esos fondos al circuito formal sin castigos, para transformar ese dinero dormido en motor de crecimiento. El proyecto de ley presentado por el Ministerio de Economía propone una amnistía fiscal total para quienes decidan declarar dólares, euros o pesos no registrados, ya sea en el país o en el exterior. A diferencia de blanqueos anteriores, esta versión no contempla multas, ni impuestos extraordinarios, ni requisitos de inversión obligatoria. “Vamos a abandonar el régimen persecutorio”, dijo el titular de la AFIP, Florencia Misrahi, al presentar el plan, que busca generar confianza y facilitar el sinceramiento patrimonial como una política de Estado, no como una medida excepcional.    ¿Por qué puede funcionar este blanqueo? A diferencia de otros procesos similares, el contexto actual ofrece ciertas condiciones favorables: Alta dolarización informal: Los argentinos tienen una larga tradición de ahorrar fuera del sistema. Ofrecer una vía segura y sin sanciones puede tentar a miles de contribuyentes. Tipo de cambio unificado: El avance hacia una simplificación cambiaria ayuda a reducir la percepción de riesgo de ingresar dólares al circuito financiero. Mayor previsibilidad jurídica: El blanqueo es parte de un paquete legislativo más amplio que incluye incentivos para inversiones y protección legal para quienes ingresen al régimen. El Gobierno calcula que con captar apenas el 10% de los dólares fuera del sistema, podrían ingresar más de USD 25.000 millones, lo que significaría un impacto enorme en reservas, crédito y actividad económica. Además, esta medida se alinea con las recomendaciones de apertura financiera de organismos internacionales y apunta a bajar la presión fiscal futura, si el sinceramiento se transforma en una base realista para el sistema tributario. Qué se puede hacer con los fondos blanqueados  Los fondos ingresados podrán utilizarse para: Compra de bienes inmuebles o automóviles Inversiones productivas o financieras Transferencias a cuentas bancarias declaradas Pago de deudas Gasto personal sin restricciones No será necesario justificar el origen de los fondos, lo que simplifica el proceso y reduce los miedos judiciales, un aspecto que, en blanqueos anteriores, fue clave para el bajo nivel de adhesión.  En perspectiva: un blanqueo que puede marcar época Este nuevo régimen podría convertirse en uno de los más ambiciosos y amigables de la historia reciente, superando en simplicidad incluso al exitoso blanqueo de 2016 bajo el gobierno de Mauricio Macri. Con una administración que promueve la desregulación, la libertad financiera y la baja de impuestos, el proyecto se presenta como una oportunidad para muchos contribuyentes que quieren regularizar su situación sin castigos y participar de un nuevo ciclo económico.