Axel Kicillof ya no disimula sus ambiciones. En un acto partidario colmado de militancia peronista, el gobernador bonaerense encabezó el cierre del plenario de la militancia “La Patria no se vende” en Ensenada, donde aprovechó para lanzar un encendido discurso contra el gobierno de Javier Milei, consolidarse como figura nacional del peronismo y dejar señales en clave electoral. “Estamos viviendo una situación de angustia. Este no es un gobierno que quiere transformar, es uno que quiere destruir. No se puede gobernar con gritos, con memes, con insultos. Se gobierna con ideas, con gestión y con amor al pueblo”, disparó Kicillof desde el escenario, en lo que fue uno de los pasajes más aplaudidos de su intervención. El acto reunió a más de 40 intendentes del conurbano, dirigentes sindicales, referentes de los movimientos sociales y figuras del kirchnerismo duro. Fue, según quienes lo organizaron, una muestra de fuerza para comenzar a disputar el centro del tablero opositor con una candidatura que ya no se oculta: Axel está lanzado. Sin mencionar nombres propios, el gobernador también dejó mensajes hacia el interior del peronismo. “No estamos acá para pelear por cargos, sino para construir un proyecto colectivo que defienda los derechos de nuestro pueblo”, dijo, en una frase que fue interpretada como un guiño a La Cámpora, que en paralelo viene marcando la necesidad de sostener la unidad con contenido. En lo inmediato, Kicillof busca consolidar su liderazgo como principal opositor a Milei, de cara a las legislativas del 2025, pero también empieza a proyectar su imagen más allá de la provincia. Con Cristina Kirchner en un papel cada vez más distante y Máximo preservando su juego propio, el gobernador se presenta como el heredero natural del “modelo nacional y popular”. Durante el plenario, también se discutieron estrategias para recuperar músculo territorial: más presencia en los barrios, articulación con sectores medios golpeados por el ajuste libertario y apoyo a las universidades públicas y hospitales, dos ejes de fuerte identificación con el electorado progresista. “La motosierra está generando pobreza, hambre y desamparo. Nosotros queremos un Estado que cuide, que construya, que abrace”, cerró Kicillof, visiblemente emocionado. Mientras tanto, el presidente Milei sigue sin emitir respuestas directas al gobernador, pero su gabinete ya lo identifica como uno de los posibles contendientes para el 2027. El escenario está abierto, pero lo cierto es que el peronismo empieza a reagruparse… y Kicillof, paso a paso, toma el centro del escenario.