El plan de desguace del Estado diseñado por Federico Sturzenegger sufrió un revés contundente esta semana: el Congreso rechazó cinco decretos de necesidad y urgencia que buscaban transformar o eliminar organismos clave como Vialidad Nacional, la CNRT, la ANSV, INTA e INTI, además de limitar el derecho de huelga .   Como resultado, el Gobierno dio marcha atrás y restituyó las normativas anteriores mediante dos decretos nuevos (627/2025 y 628/2025), restableciendo el funcionamiento anterior de los organismos estatales y levantando las restricciones al derecho a huelga .   El desarme original había significado un sacudón institucional: se buscaba cerrar Vialidad –responsable de mantener 40.000 km de rutas nacionales–, disolver la CNRT y crear nuevas agencias de control, replegando funciones públicas hacia ministerios centrales . Pero ahora, esas medidas pierden validez.   El contragolpe institucional complica no solo la estrategia de ajuste del Gobierno, sino también profundiza su aislamiento en el plano parlamentario. El rechazo de los DNU y sus consecuencias marcan una derrota legislativa que obliga a repensar el plan de desmantelamiento estatal.   El intento de “modernizar” el Estado con la motosierra libertaria quedó en pausa legislativa. Este tropiezo obliga a Milei y su equipo a retroceder en una de sus reformas centrales. La pulseada entre Ejecutivo y Congreso no solo narra una derrota puntual: muestra los límites de gobernar por decreto y la fuerza del Parlamento aun frente a radicales reformas.         Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P