En solo una semana, La Libertad Avanza pasó de una victoria prevista a la tensión de un "empate técnico". Así lo analizan en la mesa chica oficialista, donde hoy desmienten con fuerza las grabaciones que involucraban a Karina Milei y buscan cambiar el foco del debate hacia lo nacional y lo ideológico. La estrategia: forzar el relato polarizado, impedir una corrección profunda del daño electoral.    Desde el entorno de Javier Milei aseguran que estas acusaciones son parte de una operación política con fines opositores, y niegan cualquier beneficio indebido para su círculo íntimo. En su discurso, reiteran el reclamo de unidad contra “la casta”, con una campaña a full gas rumbo al domingo. (Podes leer:¨Gobierno en fuga: Milei y Bullrich buscan culpables en Caracas y Moscú¨)                                           Analistas opositores no creen que el peronismo capitalice el escándalo con un traspaso de votos. Por el contrario, ven posibles reacciones en la franja de abstención o en votos hacia terceros espacios, amortiguando el impacto para La Libertad Avanza, pero sin revertirlo.    Hoy, la urna es el gran termómetro: si logra mantenerse en pie, Milei puede respirar y retener algo de su narrativa triunfal. Pero fallar significará naufragar en un escenario político mucho más frágil: sin hegemonía, con desgaste mediático y con un electorado cansado. Los audios no son el único variable: Mauricio Macri que guarda silencio, el voto libre, la desconfianza, y una estrategia polarizante ya no alcanzan para alzar una bandera sólida. (Leé también:¨Macri mira desde afuera: silencio y distancia frente al huracán libertario¨). La elección de mañana no será un camino, sino un cruce a campo abierto.       Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P