Durante los últimos meses, la Cámara de Diputados se convirtió en un escenario hostil para el oficialismo de Javier Milei. Pérdida tras pérdida, el bloque libertario vio cómo sus proyectos naufragaban. Y ahora, cuando el país entra en su última gran recta legislativa antes de las elecciones de octubre, la baja de figuras clave renueva la incertidumbre y refuerza la inestabilidad en el equilibrio de poder.                                   Karina Milei y los candidatos a senadores por CABA de LLA                  Este recambio no es sólo un dato estadístico: muchos de los que dejan sus bancas son pesos políticos que marcaban la agenda. Aunque el informe original no enumera nombres, se sabe que actúan en sentidos opuestos: mientras unos buscan preservar su legado político desde otros frentes, otros resienten el desgaste o las internas. Este vacío abre escenarios inciertos sobre quién sujetará el nuevo tablero: opositores con peso territorial, aliados tibios o emergentes improvisados.    Desde la Casa Rosada, aseguran que octubre será su tabla de salvación: el bastión para demostrar fuerza. Ya no se habla del recambio de diciembre —cuando asumirán los nuevos diputados electos— sino del día después de las elecciones. El oficialismo necesita mostrar músculo ya, y que los relevos no empeoren esa expectativa.    El éxodo de figuras influyentes en Diputados no es un simple trámite: presagia tormenta. No es solo que se van por razones programáticas o personales; es que se van justo cuando el oficialismo ya colecciona tropiezos legislativos, y justo cuando el límite del poder se estrecha.   Los vetos perdidos, los decretos destruidos y la creciente sensación de aislamiento en el recinto hacen de estos retiros un detonante de presión. Si ya se hablaba de octubre como punto de inflexión, esta situación solo lo reafirma: los bloques se reconfiguran, y la promesa de reformas liberales alborota menos que el desgaste real que genera su incapacidad de sostener alianzas.   El futuro inmediato ya no depende solo de quién entra, sino de quién se queda. Y, en ese contexto, el recambio legislativo no será una renovación: puede ser el presagio de una derrota anunciada.         Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P