En una entrevista difundida recientemente, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, contó una escena reveladora sobre cómo Milei recibió el borrador de la Ley Bases al comienzo de su gestión. Sturzenegger reveló: "Se lo llevamos a Javier y tuvimos una reunión de seis horas. Lo puse todo en una valija, en un carry on, dejé sobre una mesa las dos pilas de papeles y le dije: ‘Te voy a contar todo lo que tengo aquí’.” Al rememorar ese momento, añadió con ironía: “Tanto se entusiasmaba que por momentos gemía; parecía como que estaba teniendo sexo, como que estaba teniendo orgasmos”  .   Lo contado por el ministro no fue una metáfora inocente: buscó ilustrar la pasión delirante del presidente por el plan de desregulación estatal. Dos años antes de asumir, Sturzenegger y su equipo trabajaron en clasificar las leyes según si había que derogarlas, modificarlas o dejarlas intactas. Esa ardua tarea terminó siendo la base de la Ley Bases  .   Esa insólita descripción, que buscaba mostrar el fervor presidencial por la desregulación, se convirtió en un búmeran: Toviggino la tomó y la usó para desarmar al ministro en la cancha del debate público. (Podés leer: ¨Sturzenegger volvió a la carga por las SAD y Toviggino lo dejó sin argumentos¨). El uso del “carry on orgásmico” es más que un guiño irónico: es el recordatorio de que el ministro carga no solo documentos, sino también un historial de políticas que terminaron en crisis. Al devolverle su propia frase, Toviggino lo dejó expuesto: mientras Milei se emociona con papeles y teorías, la realidad de los clubes argentinos no admite experimentos de laboratorio.   Ésta anécdota es más que un recurso colorido de storytelling; revela la ideología emotiva con la que Milei encara su gestión: un fervor por desmontar estructuras estatales, casi visceral, instrumentalizado en clave de espectáculo para justificar la urgencia de reformas drásticas.   Detrás del show, hay una estrategia política traccionada por la adrenalina reformista. Pero tampoco alcanza con ponerle disfraz discursivo: el país sufre. Euforia no paga las cuentas ni revive hospitales ni universidades. Cuando el poder se guía por el vértigo emocional, corre el riesgo de atropellar sin reparar el suelo que destruye.       Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P