La Cámara de Diputados dio hoy una señal contundente: con 172 votos afirmativos, 73 en contra y 2 abstenciones, rechazó el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad, logrando así la mayoría especial de dos tercios necesaria para insistir en su sanción. La iniciativa, que establece ajustes automáticos por inflación a prestaciones y una pensión no contributiva equivalente al 70?% del haber mínimo, ahora deberá ser tratada por el Senado.     La votación dejó en claro la fragmentación del oficialismo y la consolidación de una alianza opositora. Incluso algunos diputados del PRO y el MID se despegaron de la disciplina de sus bloques y se sumaron al rechazo del veto, en un giro político que refleja el costo electoral que enfrentan al ignorar reclamos sociales sensibles.     Afueras del Congreso, activistas y familias de personas con discapacidad celebraron el resultado, describiéndolo como una victoria colectiva. Una vigilia comenzó la noche anterior y se transformó en un acto cargado de emoción y movilización. “Son derechos humanos, son derechos adquiridos”, repitieron los manifestantes, quienes consignaron que “esto debe ser reafirmado por los senadores”.     Desde el Gobierno, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, anticipó dificultades para implementar la ley en caso de que prospere: “No tenemos recursos para enfrentar eso”, advirtió, criticando la falta de dictamen de comisión y tildando la insistencia opositora como un recurso meramente político con intención electoralista.           Pocas horas antes del inicio de la sesión el vocero presidencial Manuel Adorni anunció a través de las redes sociales que el Gobierno “está considerando un aumento en todas las prestaciones destinadas a personas con discapacidad”. Simultáneamente, el ejecutivo nacional anticipó una embestida jurídica para evitar la aplicación de la norma. El gobierno baraja dos tácticas: cuestionar la legitimidad del procedimiento parlamentario o impugnarla por falta de financiamiento efectivo.     Este episodio marca la primera derrota legislativa significativa para Milei. No se trata de una pulseada técnica, sino de una reivindicación de derechos básicos ante un Ejecutivo que persiste en priorizar el ajuste fiscal por sobre la justicia social.   Para la oposición, fue una demostración de fortaleza: al revertir el veto logra posicionarse como garante de derechos frente a una presidencia de matices autoritarios. Para el Gobierno, en cambio, será un desafío evitar que esta derrota se transforme en un símbolo político que erosione su autoridad y amplíe el desgaste electoral creciente.       Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P