En el escenario del Partido de los Trabajadores en Brasil, Lula da Silva retomó su lugar como aliado visible e irrenunciable de Cristina Kirchner. Reiteró su respaldo público en un discurso que sonó a alerta política: consideró que lo que ocurre en Argentina tras la condena y arresto domiciliario de Cristina excede la persecución judicial, y se configura como una amenaza al sistema democrático.                     La reafirmación del presidente brasileño se da pocos días después de haberse reunido con Cristina en su casa bajo arresto domiciliario en Buenos Aires. Un gesto autorizado por la Justicia argentina y convertido en símbolo de solidaridad política regional: una hora intensa frente a militantes que se congregaron en la calle a la espera de una señal.   Lula destacó los paralelos: él también fue víctima de “lawfare”, fue encarcelado y luego reivindicado por el voto popular. Para él, Cristina representa hoy esa misma resistencia civil contra el acoso institucional del “poder judicial como arma política”.   El respaldo de Lula llega mientras el gobierno de Milei endurece su política interna, avanza sobre derechos y afianza una retórica autoritaria en nombre del ajuste. Desde Buenos Aires, Cristina compartió en redes una serie de imágenes con Lula y calificó su visita como un acto político, no sólo personal, contra el vaciamiento institucional que denuncia.   La narrativa se completa con un llamado de unidad regional: mientras Lula lidera discursos en defensa de la democracia desde el BRICS y el Mercosur, economías como la argentina quedan expuestas a un gobierno que descarta instituciones y restringe derechos. El gesto brasileño reconfirma que la pulseada política incluye una mirada continental: no es solo la represión a Cristina, es una advertencia sobre los límites del ajuste político.         Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P