La lista libertaria en Lobos, provincia de Buenos Aires, sumó un nuevo escándalo: uno de sus candidatos a concejal renunció tras ser denunciado por violencia de género. La acusación fue realizada por su expareja, quien lo denunció ante la justicia penal. El hecho, que generó fuerte rechazo en el distrito, volvió a poner la lupa sobre los cuestionados armados territoriales de La Libertad Avanza, donde cada vez surgen más casos de postulantes sin trayectoria política, sin formación y, en algunos casos, con antecedentes alarmantes. Aunque la renuncia fue confirmada oficialmente, desde el espacio no se brindaron explicaciones públicas ni se tomaron medidas preventivas al conocerse la denuncia. El episodio reactivó la preocupación dentro del partido por la fragilidad de los criterios de selección de sus candidatos, en un armado que prioriza la lealtad ideológica a Milei por encima de los antecedentes o la idoneidad. (Podés leer: ¨Expulsan a concejal de LLA en Salta por abuso: internalismo con escándalo¨). En Lobos, la noticia generó indignación entre referentes políticos y vecinos, que ven en este tipo de casos la consecuencia directa del desembarco improvisado del mileísmo en los territorios, muchas veces cooptando sellos prestados o alianzas forzadas sin control. No es la primera vez que La Libertad Avanza queda envuelta en una polémica por violencia o actitudes misóginas. Hace pocas semanas, una concejala libertaria de Misiones reivindicó públicamente la dictadura militar, y varios representantes provinciales fueron cuestionados por discursos negacionistas o declaraciones xenófobas. (Leé también: ¨Concepción de la democracia en órbita: concejal libertaria reivindicó la dictadura en Misiones¨). El caso de Lobos también deja al descubierto el silencio sistemático del espacio ante este tipo de situaciones. Ningún referente nacional, ni legisladores ni funcionarios del gobierno de Javier Milei, se pronunciaron sobre la denuncia, ni tomaron postura institucional. El mensaje es claro: la prioridad es sostener el armado a cualquier costo, incluso si eso implica normalizar hechos de violencia o mirar para otro lado. En paralelo, las agrupaciones feministas de la región repudiaron el caso y reclamaron a la Junta Electoral que extremen los controles para evitar que personas denunciadas por violencia de género se postulen a cargos públicos. Una vez más, la falta de filtros en las listas libertarias revela los peligros de la antipolítica como forma de construir poder. El escándalo en Lobos no es un caso aislado: es otro síntoma de un modelo que, bajo el lema de "libertad", habilita que cualquier figura sin trayectoria ni control acceda a espacios de representación. En ese modelo, el riesgo no es solo institucional. También es social.         Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P