Neuquén fue testigo de una señal política clara: el peronismo provincial se alineó formalmente bajo el sello Fuerza Patria, el frente que encabezan Cristina Kirchner y Axel Kicillof de cara a las elecciones de este año. La presentación oficial estuvo a cargo del senador nacional Oscar Parrilli y el exministro Darío Rioseco, quienes apuntaron a disputar no solo votos, sino también protagonismo territorial dentro del Frente de Todos. (Letra P, “Neuquén: Parrilli y Rioseco conformaron oficialmente Fuerza Patria”) Desde el escenario local, se desliza la lectura estratégica: aunque Parrilli no tiene aspiraciones colectoras y Rioseco no está en competencia formal, su rol será clave para garantizar que el sello bonaerense pueda replicar su estructura incluso en provincias con fuerte liderazgo local. Una operación que mira al 2027 y tensiona al peronismo local en ajustes por territorialidad. La apuesta va contra dos pulsiones: por un lado, debilitar el liderazgo de los intendentes que comandan municipios del interior; por otro, trazar una línea directa desde Neuquén hacia la conducción bonaerense del espacio. En ese sentido, impulsan una construcción que conjuga la fortaleza popular del kirchnerismo con la estructura institucional que representa Rioseco, un dirigente clave del casi centenario PJ neuquino. La consigna pública fue “unidad y apoyo al modelo nacional”, pero resuena también como advertencia interna: quienes no adhieran a Fuerza Patria pueden quedar fuera del armado electoral provincial. Una maniobra que, lejos de lo que se da por natural, representa una jugada consciente para disputar influencia, dirigentes y votos. Perfilan además un anclaje con sus referentes nacionales sin mediación municipal, cortando así el circuito directo con intendentes o grupos locales. El lanzamiento coincidió con múltiples señales de reordenamiento: desde la compra del sello y presentación ante la Cámara Nacional Electoral, hasta actividades coordinadas entre diputados y legisladores provinciales con alineamiento explícito. Todo parece indicar que el neuquino ya no será solo un espacio alternativo, sino una extensión institucional del Frente bonaerense. La disputa política en puerta es clara: quién será la referencia local del peronismo en Neuquén. La jugada deja al gobernador y a sectores territoriales observando si se suman al sello nacional o si apuestan a una estructura local independiente. La interna ya está en marcha: entre lo que vino desde Buenos Aires y lo que está cimentado hace décadas en la provincia. Y en esa pulseada, lo que está en juego no son solo candidaturas, sino el control político de un bastión estratégico para 2027.         ¡No te pierdas ningún detalle de la política argentina y mundial! Síguenos en nuestro canal de WhatsApp: Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P