En su conferencia de prensa ayer desde la Casa Rosada, Manuel Adorni fue contundente al referirse al pulso que vive La Libertad Avanza: “El Presidente considera que no es parte de la gestión”, sostuvo sin medias tintas sobre Victoria Villarruel, horas después de que Milei la tildara de “bruta traidora” en el Derecha Fest cordobés  . Según Adorni, “todo el mundo sabe” que Villarruel está afuera del núcleo decisorio del gobierno, no participa de las decisiones diarias ni tropas en el piso del poder  . Una afirmación que, en la práctica, desactiva cualquier posibilidad de que su imagen o agenda recupere vuelo político más allá del discurso público. El mensaje de fondo es directo: el proyecto Milei ya no tiene lugar para dobles cargos ni vicepresidentas que actúan por cuenta propia. Si bien Adorni asegura que la gobernabilidad no se ve amenazada (“hacemos gestión con resultados prominentes desde hace año y medio”), también reconoce que la relación está rota de hecho y no es mero ruido mediático  . La jugada parece tener un doble objetivo: por un lado, dejar en claro que la línea de poder pasa por Casa Rosada y no por el Senado; por el otro, despejar el camino para que figuras como Karina Milei, Caputo o incluso operadores cercanos a Pareja ocupen el espacio que Villarruel viene reclamando desde abajo. Este quiebre tiene impacto directo en la campaña. Por un lado, Milei precisa maridar gestión y coherencia ante su base libertaria; por otro, evita que la posible alianza con figuras del ala conservadora (como Villarruel) desvíe la agenda económica. Y si bien le juega a favor el mandato de “orden y resultados”, también enfría el discurso tradicionalista que todavía hierve en sectores duros del espacio.       ¡No te pierdas ningún detalle de la política argentina y mundial! Síguenos en nuestro canal de WhatsApp: Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P