El cierre de listas del domingo por la noche tuvo un condimento dramático para el peronismo: además del apagón literal por los cortes de luz en la Junta Electoral bonaerense, hubo otro apagón, político, que dejó al descubierto lo que muchos intuían: la unidad estaba sostenida con alfileres. Durante esas horas de tensión y caos, el espacio que responde a Axel Kicillof tomó una decisión que sacudió el tablero: presentó listas completas en distritos clave, sin acuerdo con el resto del frente. Fue el momento exacto en que el peronismo se rompió. En la madrugada del domingo, cuando todavía la luz no volvía, la presentación de esas boletas generó alarma en la mesa chica de Unión por la Patria. La jugada del axelismo —cargada de mensaje interno— no fue solo una amenaza, fue una acción concreta. Las listas llevaban el sello de “Provincia Proyecto Futuro” y dejaban afuera a candidatos del camporismo y otros sectores. El dato no menor es que fueron formalizadas por el apoderado Walter Wallach, lo que les daba validez jurídica. Las repercusiones no tardaron en llegar. Mientras desde el entorno del gobernador relativizaban el gesto, afirmando que era una herramienta preventiva para garantizar representación, otros lo interpretaron como una señal de ruptura. En distritos como Moreno, Tigre, Pilar o La Plata, las listas paralelas dejaron expuestos los desacuerdos más profundos del armado peronista. Ya con la jornada del lunes encima, desde el sector de Carlos Quiroz —el principal operador del cierre— intentaron apagar el incendio. Empezaron a moverse para bajar esas listas “rebeldes” antes de que quedaran firmes y generaran impugnaciones cruzadas. Pero lo cierto es que el movimiento del axelismo dejó un precedente difícil de borrar: el gobernador está dispuesto a jugar con las reglas propias si lo arrinconan. La tensión sigue latente. Aunque ahora buscan cerrar filas de forma forzada, el episodio dejó en claro que la unidad en el peronismo bonaerense pende de un hilo. Kicillof ya demostró que tiene estructura, apoderado y candidatos propios. Y también mostró que está dispuesto a usarlos. Mientras Javier Milei lanza su campaña nacional con tono bélico, Axel respondió con el único lenguaje que entiende la política real: el de las listas. El mensaje fue claro y directo: si lo quieren marginar del control del espacio, va a responder con hechos, no con discursos.     ¡No te pierdas ningún detalle de la política argentina y mundial! Síguenos en nuestro canal de WhatsApp: Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P