La interna del peronismo bonaerense se cocinó a fuego lento durante toda la madrugada del domingo, cuando Axel?Kicillof, Sergio?Massa y Máximo?Kirchner apuraron un cierre estresante de listas. La tensión era tal que la alianza Fuerza?Patria estuvo al borde de estallar: sin consenso, Katopodis (Primera sección) y Magario (Tercera) quedaron al mando, mientras que otras secciones fueron cedidas a La?Cámpora, en un reparto que dejó heridas abiertas  . Que hubieran llegado al acuerdo solo después del plazo oficial, extendido sobre la medianoche e incluso ante cortes de luz en la Junta Electoral, suma condimento: muestra a las claras que cada sector quiso empujar su tablero antes de ceder  . En muchos distritos, los intendentes del MDF —fiel al axelismo— amenazaron con boletas cortas e incluso presentarse por fuera de la alianza  . El escenario es una postal del esfuerzo por mantener la unidad sin tenerla: Kicillof debió jugar fuerte en su conurbano para imponer sus cartas, mientras el kirchnerismo logró su parte y La Cámpora se aseguró presencia significativa en siete de las ocho secciones. ¿Lo estructural? Una “unidad” que se sostiene por un reparto de cargos —y no por proyecto—, con cada tendencia bajo un mismo techo precario  . Que Massa haya actuado como mediador es clave: su intervención evitó que la interna bonarense degenerara en fractura abierta, aunque no alcanzó para sellar una propuesta con cohesión política real  . Las próximas semanas de campaña mostrarán si esas heridas superficiales o profundas deberán cicatrizar… o abrirán nuevas grietas.         ¡No te pierdas ningún detalle de la política argentina y mundial! Síguenos en nuestro canal de WhatsApp: Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P