Después del golpe electoral de 2023, el PRO activa su operativo resurrección en su bastión histórico: la Ciudad de Buenos Aires. Lejos de los tiempos en que controlaba cómodamente el distrito, hoy se enfrenta a una disputa de fondo con La Libertad Avanza y con su propio pasado. La estrategia es clara: marcar diferencias con Milei, recuperar identidad amarilla y ordenar la tropa para octubre. El diagnóstico en la sede partidaria es que “el voto duro del PRO sigue existiendo, pero está disperso”. Para eso, se están acelerando reuniones, visitas a comunas, y la instalación de dirigentes que puedan interpelar al electorado porteño sin quedar pegados al desgaste del oficialismo libertario. Entre los nombres que suenan con fuerza están Emmanuel Ferrario, Silvia Lospennato y el histórico Cristian Ritondo. Pero ninguna candidatura está cerrada: las encuestas y el termómetro callejero van a definir quién se queda con el cartel. En paralelo, crecen las dudas sobre cómo se parará La Libertad Avanza. Aunque Jorge Macri es el actual jefe de Gobierno, su alianza con Milei generó cortocircuitos internos y un clima de desconfianza en varios sectores del PRO. La idea de “revalidar títulos” no sólo implica una pulseada con los libertarios, sino también una redefinición del liderazgo dentro del propio espacio. En el PRO ya hay un diagnóstico común: el vínculo con Javier Milei les hizo más daño que beneficio en la Ciudad. El electorado porteño, tradicionalmente más institucionalista y con fuerte impronta progresista en lo social, se mostró incómodo con los discursos extremistas y los retrocesos en temas como salud, educación o transporte público. A eso se suma el reacomodamiento general de la oposición. Mientras el radicalismo tantea alianzas más amplias y Horacio Rodríguez Larreta permanece en un segundo plano, en el PRO creen que llegó la hora de volver a marcar agenda con identidad propia. No como furgón de cola libertario, sino como una fuerza con historia de gestión y visión urbana. La pelea por CABA será clave para el segundo semestre. No solo por el valor simbólico de la ciudad que vio nacer al PRO, sino porque su resultado puede incidir directamente en la interna nacional del espacio. Volver a ganar en Buenos Aires es, para muchos, el primer paso para una reconstrucción nacional de cara al 2027. Pero antes, el desafío es recuperar el voto que se fue... y que aún no volvió.       ¡No te pierdas ningún detalle de la política argentina y mundial! Síguenos en nuestro: Canal WhatsApp: [https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M] Y en nuestra: Red X (Es Twitter): [https://x.com/El_Pulso_P](https://x.com/El_Pulso_P)