La tensión entre Javier Milei y los gobernadores provinciales escaló un nuevo peldaño. Desde un polvo exclusivo en Palermo, donde conmemoró el 9 de julio, (léase tambien: Milei da un giro: el 9 de Julio lo celebrará en Palermo) el Presidente disparó fuerte: *acusó a los mandatarios de querer romper el equilibrio fiscal, una de sus banderas políticas desde el inicio de la gestión. Lejos de suavizar el tono, Milei redobló su apuesta contra las provincias y dejó en claro que no piensa ceder en su política de ajuste. “Hay gobernadores que están jugando con fuego, queriendo romper el déficit cero”, lanzó Milei en su discurso. Y advirtió que, si se rompe la regla fiscal, volverá la inflación, la emisión y la pobreza. Fue un mensaje directo, con nombres tácitos y destinatarios obvios: los mandatarios del PJ y algunos radicales críticos, que vienen acumulando quejas por la falta de fondos, los recortes en obra pública y el desfinanciamiento de programas clave. Del otro lado, *los gobernadores prometen responder con fuerza en el Senado*, el lugar donde se libra la batalla más dura contra la motosierra libertaria. Allí, con la Ley Bases a punto de volver a tratarse, las provincias preparan una contraofensiva: frenar el avance sobre las jubilaciones, la moratoria previsional, la movilidad por discapacidad y los organismos estatales que el Gobierno busca cerrar. La estrategia de Milei, basada en confrontar con todos los que se oponen a sus reformas, empieza a toparse con límites institucionales. La advertencia de los mandatarios es clara: sin consensos ni diálogo político, la gobernabilidad se resquebraja. Ya no se trata solo de una discusión técnica o fiscal, sino de una puja de poder que pone en juego la relación entre Nación y provincias. El clima es tenso. *Los jefes provinciales se sienten asfixiados* por la política económica del Ejecutivo y advierten que, si no se restablece un marco de diálogo razonable, el conflicto se agudizará en el Congreso. El Senado se convirtió en el escenario donde *los gobernadores buscan imponer condiciones* y preservar recursos clave para sus distritos. Mientras tanto, Milei no afloja: insiste en que no va a “negociar con la casta” y mantiene su discurso de confrontación total. Pero el escenario se complejiza: la resistencia se ordena, el peronismo se reagrupa y *la motosierra ya no avanza con la misma facilidad que en los primeros meses de gobierno*.       SEGUINOS EN NUESTRO CANAL DE WHATSAPP PARA ESTAR SIEMPRE ACTUALIZADO https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M