En una semana atravesada por la tensión fiscal y política, el *kirchnerismo* salió con los tapones de punta contra *José Luis Espert, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. Lo acusan de "bloquear deliberadamente" el debate de leyes claves que la oposición impulsa para asistir con fondos a universidades, programas de discapacidad, el Hospital Garrahan y una nueva moratoria previsional.                           Desde *Unión por la Patria, legisladores como *Carlos Heller, Paula Penacca y Germán Martínez* exigieron que Espert convoque de inmediato a la comisión, tras la media sanción en otras comisiones como Salud, Ciencia y Tecnología, y Previsión Social. “Ya está la mitad del trabajo hecho, solo falta que la Comisión de Presupuesto se expida. Pero Espert no la convoca”, denunció Heller, vicepresidente de ese cuerpo. La presión viene creciendo desde el jueves pasado, cuando la Cámara vivió un temblor político con el quórum conseguido por la oposición —gracias al apoyo de *Marcela Pagano*, de La Libertad Avanza— para debatir el paquete de proyectos sociales. Aunque la sesión cayó por falta de mayoría al momento de la votación, el clima de bronca y desgaste se intensificó dentro del recinto. Ahora el oficialismo opositor busca avanzar con los dictámenes para volver a llevar los temas al recinto y forzar un nuevo debate. Pero la traba está en Presupuesto, y *todos los dardos apuntan al libertario Espert, quien no sólo no convocó reuniones esta semana, sino que **se mostró en sus redes sociales celebrando las detenciones* por el escrache que sufrió en su casa de Bella Vista, acusando a sectores del kirchnerismo por el ataque. “El Congreso tiene que funcionar y debatir. No puede depender del humor o la agenda de un solo diputado”, lanzó *Penacca*, mientras desde el bloque de Hacemos Coalición Federal también se mostraron molestos por el freno. La jugada tiene implicancias de fondo: si los dictámenes prosperan, podrían ir al recinto en los próximos días y *dejar en evidencia al oficialismo* por no acompañar leyes de fuerte impacto social. De hecho, los bloques dialoguistas como la UCR, Hacemos y el socialismo ya dejaron entrever que podrían apoyar la moratoria y los fondos universitarios, lo que tensaría aún más la relación con *Javier Milei*. Mientras tanto, *José Luis Espert guarda silencio*. Desde su entorno aseguran que está “evaluando” la situación, aunque por lo bajo reconocen que la presión del Gobierno para no habilitar dictámenes es cada vez más explícita. El Congreso vuelve a convertirse en un campo de batalla. Y esta vez, el foco no está en las grandes reformas, sino en quién habilita —o bloquea— el debate. Para el kirchnerismo, Espert ya eligió: *ser el tapón de la motosierra.*       SEGUINOS EN NUESTRO CANAL DE WHATSAPP PARA ESTAR SIEMPRE ACTUALIZADO https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M