El ataque lanzado por Estados Unidos contra la planta nuclear subterránea de Fordow en Irán desató una fuerte reacción en la prensa internacional, que advierte sobre la posibilidad de una escalada mayor en Medio Oriente con derivaciones globales. Las principales portadas de Europa, Asia y América coincidieron en marcar la gravedad del episodio y la incertidumbre geopolítica que abre este nuevo capítulo en la tensión entre Washington y Teherán.     En Estados Unidos, The New York Times calificó la operación como un "golpe quirúrgico" que marca un antes y un después en la disputa nuclear, mientras que The Washington Post se centró en la advertencia que lanzó la Casa Blanca a Irán para que no retome sus actividades atómicas en secreto. El presidente Donald Trump reivindicó la acción militar y dejó entrever que habrá nuevos movimientos si Teherán no da señales de moderación. Desde Europa, The Guardian de Londres advirtió sobre el "riesgo de una reacción en cadena" que comprometa a Israel, Arabia Saudita y otras potencias regionales. En Alemania, Der Spiegel apuntó a la fragilidad de los acuerdos de no proliferación, mientras que en Francia, Le Monde reclamó "una urgente mediación diplomática" para frenar la deriva bélica. La prensa asiática reflejó preocupación: The Japan Times habló de "tiempos peligrosos para la estabilidad global", y medios chinos como Global Times criticaron la "agresividad innecesaria" de Washington, aunque desde el gobierno de Xi Jinping no hubo declaraciones oficiales. Tampoco Moscú reaccionó públicamente. En América Latina, O Globo de Brasil y El País de Uruguay alertaron sobre el impacto que una guerra en Medio Oriente podría tener en los mercados energéticos, con suba de precios del petróleo y del gas. El G7, por su parte, emitió un comunicado en tono moderado, instando a Estados Unidos e Irán a "evitar una confrontación de consecuencias imprevisibles" y retomando el pedido de diálogo diplomático. El futuro de la crisis parece abierto, pero los analistas coinciden en que la situación podría empeorar si no se construyen puentes entre las partes en conflicto.