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“Como no la pudieron matar, la van a meter presa”: El kirchnerismo en alerta máxima.

Con la Corte Suprema a punto de fallar sobre la causa de la obra pública, dirigentes kirchneristas encendieron todas las alarmas. Temen que, ante la imposibilidad de inhabilitarla políticamente, el plan sea directamente encarcelarla. La frase que circula en off resume el clima: “Quieren verla tras las rejas”.

  • 08/06/2025 • 13:34

El kirchnerismo entró en estado de máxima tensión tras los trascendidos que indican que la Corte Suprema estaría a días de fallar sobre la causa conocida como “Vialidad”, en la que Cristina Fernández de Kirchner fue condenada en primera instancia. La ex presidenta —que hoy no tiene fueros ni cargo público— podría quedar más cerca de la cárcel.

Desde el entorno cristinista hay una lectura unificada: esto no es Justicia, es persecución política, con el Poder Judicial como ariete de los sectores más duros del establishment. “Como no la pudieron matar, la van a meter presa”, lanzó un dirigente de La Cámpora con acceso directo a la ex mandataria, en diálogo con Infobae. Esa frase, tan cruda como reveladora, circula con fuerza entre los cuadros militantes.

La sensación es que el oficialismo libertario, en tándem con el Poder Judicial y sectores mediáticos, busca sacar de la cancha a la líder del espacio antes de que termine de definir su futuro político. Cristina, que acaba de mostrarse con Axel Kicillof en un acto en La Plata y que hoy encabeza una actividad clave en Corrientes, reaparece justo cuando crece el temor a su “prohibición de hecho”.

“Moyano es un pelotudo, los
 

El argumento técnico sería que la Corte está analizando el caso “por la gravedad institucional” y podría validar la condena a 6 años e inhabilitación. Pero en el kirchnerismo no tienen dudas: es una maniobra sincronizada para generar un clima de “golpe blando jurídico”.

Cristina, por ahora, opta por moverse en clave electoral: afianza vínculos con gobernadores, apoya candidaturas locales y mantiene el suspenso sobre su propia postulación. Pero en su entorno hay inquietud: ¿quieren que no se presente o que no salga del país?

La advertencia es clara, y no casual. En el año de la polarización entre libertarios y peronistas, sacar a CFK de la escena sería el mayor triunfo político de sus adversarios. Pero también podría encender una mecha en la calle.