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Grabois libre y más desafiante que nunca: “No me van a callar ni con palos ni con causas”

El dirigente social fue liberado tras su escandalosa detención por ocupar el Instituto Juan Domingo Perón. Apuntó contra Patricia Bullrich, denunció persecución política y redobló la apuesta: “Este gobierno tiene miedo al pensamiento peronista”.

  • 08/06/2025 • 12:03

Juan Grabois volvió a la calle y al micrófono. Tras ser liberado en la madrugada del domingo, luego de permanecer varias horas detenido por la ocupación del Instituto Juan Domingo Perón, el dirigente del Frente Patria Grande reapareció con un discurso encendido y desafiante. “No me van a callar ni con palos ni con causas. No tienen cómo sacarnos del mapa político”, dijo a la salida de la sede judicial.

La detención ocurrió en medio de una fuerte tensión con el gobierno nacional, que ordenó el desalojo del histórico edificio tras su toma simbólica por parte de Grabois y un grupo de militantes. Según el dirigente, el operativo fue "una brutalidad sin justificación", orquestado por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, a quien acusó de “volver a las prácticas de la dictadura”.

“Entraron como si fuéramos terroristas. Lo único que hicimos fue defender un símbolo del pensamiento nacional. Esta no es una dictadura, aunque ellos quieran gobernar como si lo fuera”, lanzó Grabois, visiblemente molesto pero fortalecido por el respaldo de sectores del peronismo, el kirchnerismo y organizaciones sociales.

La toma, según explicó el propio Grabois, fue una reacción ante la decisión del gobierno libertario de cerrar o reconvertir el Instituto Juan Domingo Perón, espacio fundado por Lorenzo Pepe y donde se conservan archivos, documentos y objetos históricos del peronismo. Para el dirigente, “no se trató de una protesta más, sino de una defensa de la memoria y la identidad del pueblo trabajador”.

El momento en el que

Desde el oficialismo, Bullrich justificó el operativo asegurando que “nadie está por encima de la ley” y acusó a Grabois de buscar “provocar un show mediático”. Pero las imágenes del violento desalojo, con empujones, golpes y arrestos, reavivaron la polémica por el accionar represivo del gobierno frente a la protesta social.

La liberación de Grabois, que se produjo tras una rápida movilización política y judicial, dejó al gobierno en una posición incómoda. Mientras Milei sigue su gira europea, su equipo en Buenos Aires enfrenta una nueva ola de críticas por su manejo del conflicto con sectores opositores.

El propio Grabois, lejos de bajar el tono, ya anticipó nuevos pasos: “Vamos a defender cada rincón de esta patria que quieren vaciar. El Instituto Perón es del pueblo, no de un gobierno de paso”.

En un contexto donde el peronismo busca reagruparse frente al avance libertario, el episodio no hizo más que fortalecer el perfil combativo del dirigente y colocar en agenda una disputa de fondo: ¿hasta dónde está dispuesto a llegar el gobierno para borrar huellas del pasado reciente?