El peronismo bonaerense se encuentra en una encrucijada de cara a las próximas elecciones. Según un análisis de Ignacio Fidanza en La Política Online, el oficialismo podría perder en seis de las ocho secciones electorales de la provincia de Buenos Aires. Esta proyección se basa en encuestas internas y en la percepción de dirigentes del espacio, que observan con preocupación la falta de un liderazgo unificador y la dispersión de candidaturas. La situación es particularmente crítica en el interior de la provincia, donde la ausencia de figuras fuertes y la fragmentación del voto peronista podrían facilitar el avance de la oposición. En el conurbano, si bien el peronismo mantiene cierta fortaleza, la competencia con otras fuerzas políticas y el desgaste de la gestión actual generan incertidumbre sobre los resultados. La falta de una estrategia clara y de un liderazgo consolidado complica la capacidad del peronismo para articular una campaña efectiva. La dispersión de candidaturas y la ausencia de un mensaje unificado podrían debilitar aún más la posición del oficialismo en un contexto electoral desafiante. En este escenario, el peronismo enfrenta el desafío de reorganizarse y definir una estrategia que le permita recuperar terreno y evitar una derrota significativa en la provincia de Buenos Aires. La capacidad de movilización y la articulación de alianzas serán clave para revertir la tendencia actual y mantener su influencia en el principal distrito electoral del país.