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Cristina y Kicillof: cinco meses de silencio y una interna que dinamita al peronismo bonaerense

La ex presidenta y el gobernador no se hablan desde diciembre. La disputa por las reelecciones indefinidas y el control del aparato partidario profundiza la fractura en el kirchnerismo, mientras el electorado castiga con apatía y derrotas.

  • 24/05/2025 • 11:14

La relación entre Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof atraviesa su momento más crítico: llevan cinco meses sin hablarse. La última conversación entre ambos fue en diciembre de 2024, en una tensa reunión en las oficinas del senador Mariano Recalde en San Telmo. Desde entonces, los contactos se limitan a mensajes indirectos a través de intermediarios como la vicegobernadora Verónica Magario y el intendente Fernando Espinoza.

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La principal fuente de discordia es la discusión sobre las reelecciones indefinidas en la provincia de Buenos Aires. El sector alineado con Cristina impulsó una iniciativa para permitir la reelección de legisladores, concejales y consejeros escolares, mientras que el espacio de Kicillof respondió con un proyecto que incluye también a los intendentes. Ambos sectores coinciden en la necesidad de eliminar los límites a las reelecciones, argumentando que cualquier restricción constituye una "proscripción".

Esta interna se desarrolla en un contexto de creciente desconexión con la realidad social. Mientras el peronismo debate sobre la perpetuación en el poder, la ciudadanía muestra desinterés y descontento, reflejados en la baja participación electoral y las derrotas en comicios recientes, como en la Ciudad de Buenos Aires, donde La Libertad Avanza obtuvo el 30% de los votos, superando al peronismo y al PRO.

La falta de diálogo entre Cristina y Kicillof también ha afectado las negociaciones para lograr un acuerdo electoral en la provincia. Aunque la ex presidenta ha enviado señales de unidad, como ceder en la discusión por el desdoblamiento de las elecciones, el gobernador ha avanzado con la conformación de su propio espacio, el Movimiento Derecho al Futuro, que busca convocar a todos los sectores opositores al gobierno de Javier Milei. 

La fractura en el peronismo bonaerense no solo debilita al kirchnerismo, sino que también pone en riesgo su capacidad para enfrentar al oficialismo libertario en las próximas elecciones. La falta de una estrategia común y la persistencia de disputas internas podrían tener consecuencias electorales significativas en un escenario político cada vez más competitivo.