En Córdoba, donde Milei solía brillar, el clima político se oscurece. Tres sondeos marcan la caída presidencial. El escenario es ideal para Martín Llaryora, pero el resultado bonaerense amenaza con activar la grieta en octubre.Tres encuestas recientes revelan marcado desgaste en su imagen y apertura para el cordobesismo, que ve con optimismo una victoria local que vuelva a poner al PJ provincial como protagonista.  Milei comenzó su mandato con índices de aprobación cercanos al 69%, pero según los sondeos, hoy apenas roza el 50,4%, mientras que su rechazo trepó al histórico 46,1% en Córdoba, el punto más alto desde el inicio de su gestión.    En la ciudad capital, el panorama no es mejor: su valoración positiva cayó al 38%, con un 36% de rechazo y un crecimiento sostenido de la desaprobación sobre todo en el interior provincial, donde las coordenadas políticas ya no le responden.    Desde el Panal, casa de gobierno provincial, exuda cautela: Llaryora mantiene estable su respaldo, mientras reorganiza su estrategia bajo perfil, con candidato Gonzalo Roca protagonizando encuentros territorializados.    ¿La incógnita mayor? El impacto del resultado bonaerense. El cordobesismo reconoce que ese resultado podría reactivar la grieta nacional —“fiebre bonaerense”— y alterar el tablero local, aunque proyectan que su efecto será temporal.    Las encuestas de Córdoba revelan que Milei enfrenta su prueba más difícil, incluso donde su sello era más fuerte. El peronismo cordobés emerge con aire renovado, aunque atento: una victoria bonaerense podría sacudir los cimientos del tablero local. Si logran sostener la chance, podrán transformar esa debilidad presidencial en trampolín político de larga distancia.           Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P