El episodio de José Luis Espert escapando en moto durante la caravana en Lomas de Zamora tuvo un momento televisivo fuerte, pero lo que menos se esperaba es que el rescate fuera llevado a cabo por un personaje polémico: un motoquero que, según reveló el periodista barruco Gustavo Grabia, es un miembro activo de una barra brava y está denunciado por un intento de asesinato contra un dirigente político? . La denuncia, según las fuentes, fue “dormida” gracias a la intervención de allegados a LLA (La Libertad Avanza). (Podés leer: ¨Caravana de Milei apedreada y evacuada de urgencia¨) La versión oficial del gobierno y Espert fue que un vecino militante de La Libertad Avanza lo ayudó a escapar de la furia kirchnerista, luego de que arrojaran brócolis y algún piedrazo contra la caravana que llevó al presidente - "No era un motoquero que pasaba por ahí, como se dijo. Era Damián Rosatti, miembro de la barra de Comunicaciones, que tiene una causa por tratar de asesinar al que manejaba el futsal en Comunicaciones, un dirigente de nombre Daniel", contó Grabia.   La sorpresa es doble: no solo se trató de un acto de violencia político-personal que presto auxilio al liberal Espert; también dejó al descubierto hasta dónde se extiende la telaraña de influencia del entorno de Milei. Un rescate que fue celebrado como símbolo de audacia, pero que lleva incrustado un vínculo con fuerzas de violencia institucionalizada.   Cuando los héroes son barras y los salvadores tienen antecedentes violentos, la política deja de ser luz y se convierte en sombra. Esto no es solo una anécdota: es una señal de advertencia sobre el tipo de respaldo que recibe el espacio libertario, donde el límite entre lucha política y complicidad con lo turbío queda peligrosamente difuso.         Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P