El encuentro —promocionado como “el evento más anti zurdo del mundo”— reunió a referentes como Agustín Laje, el “Gordo Dan” y periodistas libertarios, y tuvo su corolario con el discurso del Presidente en un hotel del aeropuerto local La organización del evento revela el nuevo modelo de campaña: entradas agotadas (alrededor de $35.000), streaming oficial, financiamiento con apoyo de figuras como Marcos Galperin y un clima de comunidad digital y presencial  . “Cuando Milei confirmó su presencia, el 50% de las entradas se vendió enseguida”, admitieron los organizadores  .  .     Milei no se limitó a desatar su discurso anti zurdo en Córdoba: transformó el Derecha Fest en un ring personal donde besó a sus imitadores internacionales y agitó su propia interna. Allí, en un festival montado a pura provocación y seguridad militarizada, no dudó en tildar de “bruta traidora” a su propia vice, Victoria Villarruel, provocando abucheos que resonaron fuerte en el salón. Lejos de cuidar su alianza, prefirió exhibirla, arrojarla al público y humillarla en vivo —todo mientras pedía que su tropa “milite con entusiasmo” y auguraba “sorpresas en octubre” para alimentar su base agitada  . Lo que Milei hizo no fue un acto de campaña cualquiera, sino una demostración nítida de su estilo autoritario: control extremo del mensaje, castigo público a quienes no obedecen, y una consigna cultural que mezcla xenofobia mediática (“no odiamos suficiente a los periodistas”), profeta de la polarización y mercado político sin filtro  . ¿El resultado? Entre merchandising de Trump y Bukele, una multitud encandilada y una contracumbre de 'Pueblada Fest', que le recordó que su espectáculo camina sobre la trinchera de la grieta  . La derecha festiva de Milei se parece cada vez más a un culto: estricto control de masas, limpieza ideológica interna y un embalaje monetizado que lo iguala a sus mentores radicales. El problema: confluir con el libertarismo extremo puede consolidar votos, pero para octubre podría desgastar su alianza multifacética. Y mientras su vicepresidente queda desdibujada con epítetos y chicanas, en la oposición se prepara una réplica más sólida: el Frente contra la fiesta autoritaria. Milei prometió “sorpresas en octubre” y volvió a cruzar a la oposición: denunció un “parasitismo mental” de la izquierda y lanzó un exabrupto contra “la bruja traidora” (sin nombrar directamente a Cristina Kirchner)  . También calificó de “inconsistente” a la postura del Senado tras la aprobación del aumento del gasto público.  Además, lanzó dardos contra los “mandriles” y acusó al kirchnerismo de haber hipotecado el futuro del país.       En síntesis, Milei no cedió el protagonismo ni en terreno opositor: cerró la Derecha Fest con un discurso agresivo, cargado de descalificaciones y autoconfianza, en una estrategia de campaña que mezcla espectáculo, discurso y digitalización. Mientras tanto, la oposición cruje y organiza la contracumbre, aunque todavía sin condiciones para hacerle sombra en Córdoba. La operación comunicacional de Milei ganó escala, su base se calienta, y lo que hace ruido —y divide aguas— ya no es un acto aislado, es el punto de partida de la campaña de octubre.         ¡No te pierdas ningún detalle de la política argentina y mundial! Síguenos en nuestro canal de WhatsApp: Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P