La Casa Rosada volvió a mostrar su incomodidad frente a un sector que no puede someter: el fútbol. En declaraciones a Radio Mitre, Guillermo Francos cuestionó el rol de Claudio “Chiqui” Tapia y Pablo Toviggino en la vuelta del público visitante a las canchas, acusándolos de “jugar un rol político”. La frase no fue inocente: en el fondo, revela el fastidio del gobierno libertario ante una AFA que, lejos de disciplinarse, mantiene una firme conducción autónoma y con respaldo federal.                        El gobernador Axel Kicillof y el presidente de la AFA, Claudio Tapia, firman un convenio           por el uso del estadio único de La Plata   Francos intentó minimizar los operativos que permitieron el regreso de los visitantes en Córdoba (River vs Instituto) y Buenos Aires (Lanús vs Rosario Central), deslizando que la movida fue más una jugada de marketing que un avance real. Pero lo que más molestó en Balcarce 50 fue que la AFA haya tejido estos acuerdos directamente con los gobiernos provinciales peronistas, como los de Axel Kicillof y Martín Llaryora, dejando fuera de juego al gobierno nacional.             En esa línea, Francos sugirió que Tapia y Toviggino están haciendo política desde Viamonte. “El otro (por Grondona) era más para todos los sectores. Éste (Tapia) y el que le sigue (Toviggino) tienen un rol más concreto, juegan un rol político”, disparó el funcionario. No mencionó, claro, que el propio gobierno nacional intenta avanzar con sus operadores sobre todos los ámbitos institucionales del país, incluido el fútbol, con el impulso encubierto a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) y maniobras judiciales contra el corazón de la AFA. La respuesta no tardó en llegar. Pablo Toviggino, tesorero de la AFA y uno de los principales arquitectos de la resistencia contra las SAD, cruzó con firmeza a Francos. “El fútbol no se mancha con operaciones políticas. Francos miente y lo sabe. Cuando habla de que esto es marketing, debería mirar el desastre que tienen en el gobierno. Acá no se juega para Milei ni para Kicillof: se juega para los clubes y los hinchas”, retrucó desde su cuenta de X (ex Twitter).                                            Toviggino no solo defendió la decisión de permitir visitantes como una medida consensuada con las provincias y centrada en el bienestar de los hinchas, sino que dejó en claro que la AFA no aceptará que se la utilice como herramienta electoral. “Si el gobierno quiere hacer campaña, que lo haga con sus propios logros —si es que los tiene—, no con el esfuerzo del fútbol argentino, que cada fin de semana saca adelante un espectáculo a pesar del ajuste brutal que viven los clubes y los trabajadores del deporte”, remató. La tensión entre la AFA y el gobierno libertario viene en ascenso. Primero fue el intento de imponer a las SAD desde el Congreso. Después, las operaciones judiciales para correr a Toviggino de escena. Ahora, el ataque discursivo de Francos, en un claro intento por condicionar a una conducción que, con respaldo de los clubes y el aval internacional de la FIFA, no tiene intenciones de entregarse.                             En este tablero político-futbolístico, Toviggino se consolida como una figura clave: defensor de la AFA, arquitecto de la resistencia a la privatización del fútbol argentino y blanco de un gobierno que no tolera las autonomías. Mientras Milei se pelea con gobernadores, gremios, universidades y medios, ahora suma a su lista de adversarios a la conducción del fútbol. Pero esta vez, no la tendrá fácil.         ¡No te pierdas ningún detalle de la política argentina y mundial! Síguenos en nuestro canal de WhatsApp: Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P