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Bullrich activa “cibervigilancia” con agentes encubiertos en redes

La ministra de Seguridad lanzó un nuevo protocolo para controlar las redes sociales, que habilita a las fuerzas a infiltrarse con identidades falsas. En nombre de la ciberseguridad, el Gobierno avanza sobre la libertad de expresión y refuerza el aparato de vigilancia estatal.

  • 16/07/2025 • 10:03

           Una nueva amenaza gubernamental a la privacidad y la libertad de expresión – Esfera Comunicacional]


Patricia Bullrich volvió a encender las alarmas. Esta vez, no con gases lacrimógenos ni represión callejera, sino con un protocolo que autoriza a las fuerzas de seguridad a vigilar las redes sociales utilizando agentes encubiertos. Bajo el argumento de “combatir el delito digital”, el Ministerio de Seguridad habilita la creación de perfiles falsos para monitorear contenidos, rastrear conversaciones y detectar supuestas amenazas.

El nuevo régimen, oficializado esta semana, abre la puerta a un escenario de cibervigilancia sin control judicial previo. Lejos de limitarse a delitos informáticos complejos, la normativa permite a las fuerzas actuar sin orden judicial cuando consideren que hay “indicios” de delito en redes. En los hechos, es un cheque en blanco para espiar a ciudadanos comunes, militantes, referentes sociales o periodistas críticos.

La medida generó fuerte rechazo en sectores de derechos humanos y especialistas en ciberseguridad, que advierten sobre la ambigüedad del protocolo y los riesgos para la libertad de expresión. La posibilidad de que el Estado se infiltre en grupos privados, conversaciones o posteos bajo identidades ficticias revive los peores fantasmas del espionaje político.

En el entorno de Bullrich defienden la decisión con un discurso clásico: “El crimen se organiza por redes”. Pero el texto del protocolo no distingue entre delitos reales y expresiones políticas o sociales. Y si algo quedó claro en experiencias pasadas —como el Proyecto X durante el kirchnerismo o los seguimientos ilegales del macrismo— es que cuando el poder se da herramientas para espiar, siempre termina usándolas más allá de lo que declara.

 

                                     Patricia Bullrich y Javier Milei,

 

Con este protocolo, el Gobierno de Javier Milei da un paso más en su estrategia de control social. Mientras recorta derechos, reprime protestas y persigue a la oposición, ahora avanza también sobre el espacio digital. Un territorio donde hasta ahora los ciudadanos conservaban cierta libertad, pero que empieza a llenarse de fantasmas encubiertos.

 

 

 

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