La tensión política en Río Negro sube de temperatura. La diputada provincial *Lorena Villaverde* (Juntos por el Cambio) salió con los tapones de punta contra el gobernador *Alberto Weretilneck, a quien acusó de "kirchnerizarse" y de usar recursos públicos para beneficiar a uno de los empresarios más cuestionados del país: *Cristóbal López*.                                                    Según Villaverde, el gobierno rionegrino subsidia con fondos millonarios a la empresa *Casino Club*, del grupo de López, bajo el pretexto de sostener fuentes de trabajo. “Lo disfrazan de política laboral, pero es un subsidio encubierto. Están transfiriendo millones del bolsillo de los rionegrinos a un empresario que fue símbolo del poder K”, denunció. Para la legisladora, Weretilneck no solo protege intereses privados, sino que lo hace con una lógica puramente kirchnerista: concentración de poder, acuerdos opacos y silencios cómplices. La acusación no es menor. Cristóbal López aún enfrenta causas judiciales por evasión impositiva y vínculos estrechos con el aparato kirchnerista. Que el gobierno de Weretilneck decida financiar parte de sus negocios en la provincia abre un frente explosivo. “Mientras las pymes se ahogan y los hospitales están desfinanciados, Weretilneck prioriza sostener el negocio de los tragamonedas”, lanzó Villaverde con dureza. Además,  aseguró que en Río Negro “hay una lógica de blindaje político y económico a los amigos del poder”. Y fue más allá: pidió informes al Ejecutivo para conocer el destino de los fondos y advirtió que presentará un proyecto para prohibir este tipo de subsidios a empresas con causas penales abiertas. La estrategia de Villaverde es clara: exponer el entramado de intereses entre Weretilneck y Cristóbal López, mostrarlo como parte del mismo sistema que dice combatir y dejar en evidencia que detrás del discurso de “autonomía rionegrina” hay un gobernador que responde cada vez más a los mandatos de Buenos Aires. En plena previa electoral, la denuncia golpea donde más duele: en la legitimidad moral del oficialismo provincial.   En medio de una provincia con hospitales desbordados y reclamos salariales de los médicos, Weretilneck decidió destinar aproximadamente más de  4 mil millones de pesos a subsidiar una actividad privada ligada al juego, en lugar de fortalecer el sistema de salud que está precarizado. La polémica crece si se hace una cuenta sencilla: con esos mismos 4.000.000.000 de pesos se podría haber pagado los sueldos de todo un año de todos los médicos de la ciudad más poblada de la provincia (S.C. Bariloche)  y la que ocupa al 30% de los médicos de la provincia. Una suma que podría haberse destinado a mejorar las condiciones hospitalarias, comprar insumos o garantizar guardias en zonas críticas.Mientras los gremios de la salud denuncian falta de recursos y precarización, Weretilneck elige subsidiar el juego. La pregunta que muchos se hacen en Río Negro es clara: ¿cuáles son las prioridades reales del gobernador?                                                        La postura de Alberto Weretilneck es digna de un manual de camaleonismo político. El gobernador de Río Negro, que hasta hace poco coqueteaba con el discurso libertario y buscaba acercarse al oficialismo nacional, hoy aparece más alineado que nunca con el kirchnerismo. Lo que en 2023 era pragmatismo electoral, hoy se traduce en decisiones de gobierno que lo muestran abrazando viejas prácticas del peronismo más tradicional: subsidios a empresarios amigos, pactos de poder con actores cuestionados y una lógica de manejo político que responde más a La Cámpora que a las necesidades reales de los rionegrinos.         Weretilneck parece haber cambiado la motosierra de Milei por el manual K sin ponerse colorado. Y lo más llamativo es que no es la primera vez que el mandatario rionegrino gira según el viento de la Casa Rosada: fue aliado de Macri, funcional al Frente de Todos y ahora intenta surfear la ola libertaria sin desmarcarse del todo del peronismo. En Río Negro, la lógica camaleónica de Alberto Weretilneck no se agota en su zigzagueo con el gobierno nacional. También se refleja con claridad en la interna de su propio espacio político, donde los alineamientos mutan al ritmo de la conveniencia. En Bariloche, bastión clave del poder provincial, los respaldos se conceden o se retiran según sople el viento: hoy se abraza a figuras con peso propio, mañana se les suelta la mano si amenazan con hacerle sombra. Así como Weretilneck pasó de criticar a Milei a fotografiarse con él cuando le convino, su tropa repite el libreto en el territorio: se protege a quienes no incomodan y se aísla a quienes pueden representar una alternativa real. La lealtad, en su partido, parece medirse por la docilidad y no por la construcción política. Este zigzagueo permanente no sólo evidencia una falta de convicción ideológica, sino también una estrategia política centrada en su supervivencia personal, sin importar el costo institucional. Weretilneck se recicla con tal de seguir atornillado al poder, mientras la provincia navega sin rumbo entre las internas nacionales y las necesidades insatisfechas de su gente. Weretilneck, por ahora, guarda silencio. Pero la bomba ya explotó. Y el ruido no para.     ¡No te pierdas ningún detalle de la política argentina y mundial! Síguenos en nuestro canal de WhatsApp: Canal WhatsApp: [https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M] Y en nuestra: Red X (EX Twitter): [https://x.com/El_Pulso_P](https://x.com/El_Pulso_P)