La CGT encendió las alarmas y salió con fuerza a rechazar el cierre de Vialidad Nacional anunciado por el Gobierno de Javier Milei. En un durísimo comunicado, la central obrera advirtió que la medida pone en riesgo la vida de los argentinos al dejar las rutas nacionales sin mantenimiento adecuado. “El abandono de las rutas derivará en más accidentes y peligro para la población”, alertaron. El gremio del personal vial fue más allá y denunció un “vaciamiento deliberado” del organismo, al que describieron como estratégico para la seguridad vial y la soberanía territorial. Además, confirmaron que convocarán a un plan de lucha en defensa de los puestos de trabajo y de la infraestructura pública. “El Ejecutivo está avanzando con una destrucción del Estado que no tiene precedentes”, afirmaron. La medida forma parte del nuevo paquete de reformas que el Gobierno publicó a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), junto con el desguace de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Comisión Nacional de Tránsito, organismos que serán absorbidos por la Secretaría de Transporte o incluso por Gendarmería Nacional. El gremio advirtió que la descentralización propuesta por el Gobierno—traspasando responsabilidades a las provincias sin garantizar recursos—es impracticable y que solo agravará el deterioro de las rutas y caminos. También remarcaron que Vialidad cumple funciones esenciales en todo el país, especialmente en zonas rurales o de difícil acceso, donde la presencia del Estado nacional es insustituible. “La seguridad vial no puede quedar librada al mercado ni a los vaivenes de la rentabilidad”, expresaron, en una clara crítica a la visión libertaria que sostiene que el Estado debe retirarse de toda función que no sea considerada esencial. En paralelo, la CGT le pidió al Congreso que rechace la medida y se comprometió a impulsar “todas las acciones necesarias” para evitar el avance del decreto. El tema será abordado en la próxima reunión de la mesa chica sindical, en medio de un clima que vuelve a tensarse entre el Ejecutivo y el movimiento obrero. La disputa por el cierre de Vialidad se suma al rechazo de la CGT a otras reformas impulsadas por el oficialismo, como la flexibilización laboral, el recorte a las jubilaciones y la desfinanciación de las obras sociales sindicales. Con este nuevo frente abierto, el conflicto entre Milei y el sindicalismo se encamina a una nueva escalada.         SEGUINOS EN NUESTRO CANAL DE WHATSAPP PARA ESTAR SIEMPRE ACTUALIZADO https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M