Política y economía global

El Gobierno le sonríe al FMI: giro inesperado para cuidar reservas

Tras semanas de tensión con el Fondo, Milei ordenó endurecer la política de reservas para mostrar compromiso fiscal. En el gabinete reconocen que el giro busca evitar cortocircuitos con Washington y destrabar futuros desembolsos.

  • 11/06/2025 • 19:12

El Gobierno de Javier Milei dio un sorpresivo giro en su estrategia económica y ahora busca dar señales de disciplina fiscal al Fondo Monetario Internacional (FMI), tras semanas de gestos desafiantes que habían encendido alarmas en Washington.

Según revelaron fuentes de la Casa Rosada, la orden directa de Milei fue “cuidar cada dólar” y evitar que la sangría de reservas complique la negociación con el organismo internacional. Esto implica postergar algunas importaciones consideradas no prioritarias, frenar ciertas obras públicas con financiamiento nacional y acelerar la liquidación de divisas del agro.

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El ministro de Economía, Luis Caputo, había mantenido hasta ahora un discurso público de independencia frente al Fondo, asegurando que la Argentina no cedería ante nuevas exigencias. Sin embargo, en privado, reconoció que un enfrentamiento abierto podría poner en riesgo futuros desembolsos clave para sostener el plan de estabilización económica.

El giro se produjo luego de que técnicos del FMI expresaran su preocupación por la caída de reservas netas y la lenta recuperación de la confianza inversora. “El mercado mira todo y el Fondo también. Es necesario enviar señales claras”, confesó un funcionario de alto rango.

En este contexto, el equipo económico trabaja en un nuevo esquema de administración de comercio exterior y en eventuales ajustes fiscales que serían presentados en la próxima revisión con el organismo.

En paralelo, desde el ala política del gobierno admiten que la relación con Estados Unidos —clave para destrabar cualquier acuerdo con el FMI— se volvió prioridad tras el reciente encuentro de Milei con Emmanuel Macron en París y la necesidad de evitar sobresaltos financieros de cara al segundo semestre.

Mientras tanto, la oposición critica la falta de un plan productivo que permita sostener la recuperación sin depender de créditos externos, y alerta sobre el impacto que la restricción de dólares puede tener en la actividad económica.

El Gobierno intenta ahora equilibrar su discurso “libertario” con las exigencias del realismo financiero. La Casa Rosada juega una partida doble: no chocar con el Fondo, pero tampoco mostrarse débil ante su electorado más duro.