En una declaración cargada de tensión política, el senador Oscar Parrilli volvió a levantar la voz en defensa de Cristina Kirchner y encendió las alarmas en el kirchnerismo duro. En medio de los rumores sobre un inminente fallo adverso de la Corte Suprema que podría dejar fuera de carrera a la expresidenta, Parrilli disparó sin rodeos: “Se están llevando puesta la democracia en la Argentina”. El histórico dirigente de confianza de la exmandataria aseguró que “se está montando un show judicial para proscribir a Cristina” y calificó la situación como “una maniobra sin precedentes en democracia para disciplinar al peronismo y garantizar que no haya competencia real en 2025”. “El fallo ya está escrito”, insistió Parrilli, apuntando directamente a la Corte Suprema de Justicia, a la que acusó de actuar como un “brazo ejecutor de los intereses de la derecha económica y mediática” que buscan “liquidar definitivamente cualquier alternativa popular en la Argentina”. Los dichos de Parrilli se suman a las recientes advertencias de otros referentes del kirchnerismo que alertan sobre una “persecución sistemática” contra Cristina Kirchner. La propia expresidenta también denunció días atrás una operación judicial para “proscribirla políticamente” luego de que circularan versiones sobre una posible inhabilitación en el marco de la causa Vialidad. Máxima tensión en el kirchnerismo duro En el Instituto Patria y en el círculo íntimo de CFK la preocupación es palpable. En las últimas horas trascendió que un grupo de dirigentes analiza la posibilidad de movilizar a la militancia en caso de que la Corte avance con un fallo adverso. Parrilli no descartó una reacción política: “Si intentan eliminar a Cristina por la vía judicial, no vamos a quedarnos de brazos cruzados. Hay un pueblo que va a defender la democracia”, remató el senador, en un claro mensaje de advertencia a los jueces del máximo tribunal. Mientras tanto, en Casa Rosada siguen con atención el tema, aunque evitan hacer comentarios públicos. Fuentes del oficialismo reconocen que una proscripción de Cristina generaría un terremoto político de imprevisibles consecuencias para la estabilidad institucional del país. El fallo de la Corte, que podría conocerse en los próximos días, mantiene en vilo no sólo al kirchnerismo, sino a toda la política argentina.