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Tensión y escándalo: Grabois se atrincheró en el Instituto Perón y Bullrich ordenó detenerlo

El dirigente social protagonizó un fuerte cruce con la ministra de Seguridad tras resistirse al cierre del histórico edificio peronista. Terminó detenido brevemente por “resistencia a la autoridad”. Desde el kirchnerismo denuncian una provocación y hablan de “represión política”.

  • 08/06/2025 • 11:06

La política argentina sumó un nuevo capítulo de tensión este fin de semana, cuando Juan Grabois decidió atrincherarse en el Instituto Juan Domingo Perón, en rechazo a la orden oficial de desalojo y cierre del edificio. El operativo terminó con la detención exprés del dirigente, ordenada directamente por la ministra Patricia Bullrich.


 

El conflicto estalló luego de que el Gobierno nacional anunciara que el instituto dejaría de operar bajo la actual administración, alegando razones presupuestarias y supuestas “irregularidades en su funcionamiento”. Grabois, que venía utilizando el espacio como base de actividades políticas y sociales, consideró la medida como un ataque directo al legado peronista.

“Este no es un cierre, es un intento de borrar nuestra historia. No se lo vamos a permitir”, gritó el líder del Frente Patria Grande desde una ventana del edificio, rodeado por militantes, dirigentes barriales y cámaras de televisión. La tensión escaló cuando efectivos de la Policía Federal ingresaron por la fuerza, provocando empujones, gritos y momentos de caos.

La ministra Bullrich defendió la acción: “La ley se cumple. Nadie puede usurpar un edificio público ni desafiar al Estado como si estuviéramos en una republiqueta”. Pero en el kirchnerismo y el progresismo hablan de persecución política y represión. “Patricia quiere su show. Pero meterse con el Instituto Perón es cruzar un límite simbólico muy fuerte”, disparó un legislador cercano a Axel Kicillof.

Grabois fue retirado del lugar, trasladado por unas horas a una dependencia policial y liberado poco después, aunque no descartó iniciar acciones legales. En declaraciones posteriores, redobló la apuesta: “Me podrán sacar del edificio, pero no van a sacarme del corazón del pueblo. Lo de hoy fue una provocación orquestada”.

Grabois se atrincheró en el Instituto Perón para que no lo cierren y Bullrich lo detuvo con la policía

El episodio expone una vez más la estrategia confrontativa del gobierno libertario, que avanza en su intento de desmantelar símbolos e instituciones ligadas al peronismo, con fuerte apoyo del ala dura de La Libertad Avanza.

Mientras tanto, la política opositora se reorganiza en torno al escándalo, y Grabois, como ya ha hecho en otras oportunidades, capitaliza la confrontación para reposicionarse dentro del universo kirchnerista, en un momento donde el liderazgo dentro del peronismo está más disputado que nunca.