En plena movilización del 4J, una jornada marcada por el reclamo multisectorial, la diputada nacional Juliana Santillán, aliada del bloque libertario, lanzó una frase que cayó como un baldazo de nafta sobre el conflicto con los médicos del hospital Garrahan: “Con $360.000 pueden vivir tranquilamente”. La declaración fue durante una entrevista radial, al ser consultada por los sueldos de los residentes y concurrentes del emblemático hospital pediátrico. Santillán no dudó en respaldar la política de ajuste del gobierno de Javier Milei y consideró “exagerado” el reclamo salarial de los profesionales de la salud. “Si quieren ganar más, que trabajen en el sector privado”, agregó, en tono desafiante. La respuesta no tardó en llegar. Desde la asamblea del Garrahan emitieron un comunicado en el que calificaron los dichos como “una provocación clasista e ignorante” y recordaron que con esa cifra apenas se cubre el costo de vida en la Ciudad de Buenos Aires. “La salud pública no es una limosna, es un derecho. Y nosotros no somos esclavos, somos médicos formándonos”, afirmaron. La actual diputada libertaria quien en sus orígenes defendia el movimiento gremial cuando era la novia de Plablo Moyano, en el programa en vivo ataca a los médicos del Garrahan, diciendo que la canasta básica incluyendo el alquiler es de $360.000 y que es mentira que no pueden vivir con el sueldo que tienen. Quedando en evidencia, que su realidad como diputada se encuentra muy lejos de la realidad de los médicos del Garrahan. La tensión crece mientras los hospitales públicos atraviesan una crisis sin precedentes por falta de insumos, salarios por debajo de la línea de pobreza y congelamiento de vacantes. Los gremios del sector ya preparan una nueva jornada de lucha y evalúan un paro nacional. En paralelo, la declaración de Bonacci reaviva el fuego interno incluso dentro del oficialismo. Algunos sectores de La Libertad Avanza temen que el costo político de estos exabruptos empiece a erosionar la imagen del Presidente, justo cuando intenta ordenar su frente económico. En la Argentina del ajuste libertario, un residente del Garrahan cobra menos que un asesor parlamentario. Y ahora también se lo acusa de “pretencioso” por querer llegar a fin de mes.