El respaldo público de Mauricio Macri a la gestión de Javier Milei, tras meses de silencios y críticas solapadas, fue leído en la Casa Rosada como un “gesto clave” en un momento de extrema fragilidad política. Con la motosierra golpeando las cuentas provinciales y el Congreso empantanado, en el oficialismo creen que es momento de capitalizar alianzas que garanticen gobernabilidad.   “Macri entiende que no hay margen para especular. Su respaldo nos da aire”, deslizan fuentes cercanas al Presidente. Es por eso que, sin perder tiempo, el Gobierno nacional puso la mira en dos distritos donde el PRO aún conserva estructuras firmes: Córdoba y Santa Fe. En ambos casos, los armadores de La Libertad Avanza buscan avanzar con acuerdos legislativos y de gestión que reproduzcan el modelo de entendimiento bonaerense entre Cristian Ritondo y el oficialismo nacional. En Córdoba, el acercamiento apunta al diputado Rodrigo de Loredo, con quien Milei compartió sintonía en la votación de la Ley Bases. En Santa Fe, el foco está puesto en el ex intendente José Corral y dirigentes del PRO que hoy orbitan cerca de Maximiliano Pullaro. “La idea no es cooptarlos, sino trabajar en conjunto con agendas concretas”, explican desde Interior. Mientras tanto, el Presidente se mantiene en modo campaña permanente: ya prepara su viaje a Estados Unidos para la foto con Donald Trump y, de regreso, prevé una nueva cadena nacional con anuncios económicos. En paralelo, los acuerdos políticos que se tejan en estas semanas pueden marcar el pulso del segundo semestre.