Con un tono desafiante y una escenografía cuidadosamente elegida, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, participó este lunes en Santa Fe de la incineración de 497 kilos de cocaína incautados semanas atrás en un operativo sobre el Río Paraná. La droga, valuada en millones de dólares, fue encontrada oculta en un buque de bandera extranjera que atracó en un puerto del cordón industrial. “Esto es lo que hacemos con los que envenenan a nuestros hijos”, lanzó Bullrich, rodeada de efectivos de Prefectura Naval y cámaras de televisión. El acto fue leído como un gesto de autoridad frente a la escalada narco en Santa Fe y también como una jugada política: un mensaje directo al kirchnerismo y a los sectores que, según Bullrich, “miran para otro lado”. El operativo fue realizado en conjunto por Prefectura y AFIP, y se enmarca en una serie de controles intensificados en la hidrovía, un canal logístico clave para el tráfico de drogas hacia Europa y Asia.   Bullrich también aprovechó la ocasión para defender la política de “tolerancia cero” que promueve desde su gestión. “No vamos a negociar con narcos ni con cómplices políticos. Cada gramo que se quema, es una batalla que ganamos”, sentenció. Este acto tiene lugar apenas días después de su fuerte cruce con el gobernador Axel Kicillof por el operativo fallido en Puente La Noria, donde acusó a la Policía Bonaerense de actuar “siempre tarde”. En esa línea, la ministra busca contrastar su modelo de seguridad con el de las provincias opositoras, en plena antesala electoral. Desde Santa Fe, fuentes del Ministerio aseguraron que este tipo de acciones continuarán, “no sólo como estrategia de seguridad, sino como política comunicacional para marcar agenda y mostrar resultados concretos”.