Provincias y CABA

Kicillof reagrupa a intendentes y pone presión por las listas bonaerenses

Tras el acto oficial en el Estadio Único, Axel Kicillof convocó a jefes comunales alineados para hacer un balance de gestión, coordinar la “unidad peronista” y cerrar filas de cara al armado de listas. Entre reproches a la interna, reclamos por la reelección indefinida y la urgencia de enfrentar a Milei, el gobernador dejó en claro: “La provincia juega a fondo”.

  • 02/06/2025 • 19:10

En una tarde cargada de electricidad política, el gobernador Axel Kicillof volvió a tomar la batuta en La Plata. Apenas bajó del escenario del acto institucional en el Estadio Único, convocó a sus intendentes en el Salón Dorado de Gobernación para un repaso de gestión y un tirón de orejas hacia aquellos que aún dudan en cerrar filas de cara a las elecciones 2025. Con el ceño fruncido y la voz firme, el mandatario desgranó logros, advirtió sobre amenazas externas y puso sobre la mesa el tema que quema: el cierre de listas.

Kicillof tuvo su acto lanzamiento

Obras y números: “La provincia no se detiene”

La reunión arrancó con un repaso pormenorizado del estado de situación en cada uno de los 135 distritos bonaerenses. Kicillof destacó la inversión récord en obra pública —desde escuelas y hospitales hasta rutas y cloacas— como una “hoja de ruta imbatible contra el ajuste” de la Casa Rosada. Con cifras en mano, elogió la “decisión política de sostener el ritmo de ejecución” y pidió a sus jefes comunales que sigan transmitiendo en sus territorios el mensaje de que “el Estado llega donde a otros no les alcanza”.

Kicillof junto al intendente de

Uno tras otro, los intendentes alineados describieron la realidad de sus municipios:

  • Mario Secco (Ensenada) reclamó un empuje en los planes de vivienda.

  • Fernando Espinoza (La Matanza) puso el acento en la demanda de salud y la necesidad de sostener las guardias municipales.

  • Andrés Watson (Florencio Varela) planteó el desafío de apuntalar la reactivación industrial local.

Todos coincidieron en algo: “Sin la mano de Kicillof, muchas de estas obras eran solo promesas”, confesó un jefe comunal que prefirió el anonimato. Y el gobernador, con un guiño, remarcó que la obra pública es la “espina dorsal” para que el peronismo “no pierda vuelo en los distritos”.

Cierre de listas y tensiones internas: “Esto no es un juego”

Luego de la foto para la posteridad, el tema electoral se apoderó de la agenda. Con el cronograma 2025 a la vuelta de la esquina, Kicillof presionó para que cada intendente lleve a su territorio la “necesidad de unidad” y “fije posición firme” en el armado de candidaturas. “Al que le gusta la grieta, que se cuide; nosotros necesitamos que cada jefatura comunal marque qué lugar le corresponde en la lista bonaerense y quiénes son sus referentes de acá a diciembre”, advirtió el gobernador.

La discusión, en buena parte, giró en torno a la reforma que permita la reelección indefinida. Algunos mandatarios, como Gabriel Katopodis y Carlos Bianco, reiteraron el pedido de levantar el tope que desde 2016 prohíbe nuevos mandatos, para “darle continuidad a proyectos que aún no cierran”. Desde La Cámpora y sectores cercanos a Cristina Kirchner, en tanto, empujan una lógica contraria: quieren cerrar las listas con paridad y dar lugar a la renovación. El cruce de posiciones quedó latente: “Si no nos ponen en la lista, no vamos a avalar injusticias desde nuestro distrito”, deslizó uno de los asistentes.

Con rostro adusto, Kicillof advirtió: “Acá no vale el ‘yo me bajo’; hay que jugar y poner los nombres en la cancha”. La advertencia, en filosos tics, sonó especialmente dirigida a quienes todavía no revelaron sus cartas y pretendían condicionar el armado a sus chanchullos internos.

Todos contra Milei: “El verdadero rival está afuera”

En la recta final del encuentro, el gobernador atizó la llama contra el adversario común: el presidente Javier Milei. “Si Milei avanza, la siguiente parada es Buenos Aires. No podemos dar ventajas; tenemos que salir a mostrar en cada barrio que aquí se construyen obras, se pagan sueldos y se defienden los derechos”, subrayó. Entre los presentes, hubo gestos de asentimiento y llamados a “cerrar filas sin grises”. El consenso fue unánime: “Somos oficialistas en la provincia y opositores a las ideas de Milei en cada uno de nuestros municipios”.

Kicillof cerró con un llamado a la movilización: “No alcanza con el relato; necesitamos que cada intendente baje a la calle, a la escuela, al club, y recuerde a su gente que el futuro también se construye con votos”. Y en una arenga final, dejó en claro que el “Movimiento Derecho al Futuro” —la mesa política que nuclea a su núcleo duro de jefes comunales— será la columna vertebral del operativo electoral para el 2025.

Con la tensión interna a punto de estallar y el calendario apretando, Axel Kicillof puso a prueba a sus intendentes: los convocó a balancear gestión con militancia, a garantizar que el “peronismo bonaerense no se quiebre” y, sobre todo, a cerrar la lista de candidatos a tiempo y con nombres propios. En La Plata, la pulseada quedó lanzada: el escenario va para picante, y nadie quiere quedarse sin lugar en la receta de un peronismo que hoy busca sobrevivir a sus propias disputas.