En un escenario de reconfiguración y tensiones internas dentro del peronismo, el Frente Renovador rompió el silencio y lanzó una jugada de alto impacto político: quiere que Sergio Massa sea candidato nuevamente en la provincia de Buenos Aires. La movida, motorizada por la diputada nacional Cecilia Moreau y otros dirigentes del espacio, busca reinsertar al exministro de Economía en el tablero electoral con el argumento de su comprobada capacidad de convocatoria en territorio bonaerense.     “Massa ganó las últimas tres elecciones en la provincia, no hay otro dirigente con esa performance. No hay que inventar lo que ya está probado”, lanzó Moreau en un mensaje que resonó tanto en las oficinas de la Cámara baja como en los pasillos del Instituto Patria. El reclamo del Frente Renovador no es ingenuo ni improvisado. Llega justo cuando el peronismo bonaerense debate su futuro y sus liderazgos, con Axel Kicillof enfocado en la gestión y sin una candidatura nacional definida, mientras sectores del kirchnerismo promueven otros nombres para consolidar un espacio que aún no logra recomponerse tras la derrota de 2023. Desde el massismo advierten que el silencio de su líder no implica desinterés, sino estrategia. “Sergio está escuchando, analizando. Pero nosotros ya lo dijimos: lo queremos candidato. Es el dirigente más competitivo que tiene hoy el peronismo en Buenos Aires”, señalan desde Tigre. El Frente Renovador no sólo pone en valor los números de Massa en las urnas —ganó las legislativas de 2013, fue clave en el armado del Frente de Todos que ganó en 2019 y lideró la boleta nacional en 2023— sino también su imagen moderada, su experiencia en la gestión y su vínculo con sectores productivos, en un momento donde la economía vuelve a ocupar el centro del debate. La jugada también es un mensaje hacia el resto del peronismo: si no hay unidad y una propuesta competitiva clara, el Frente Renovador podría avanzar con una construcción propia. “Ya lo hicimos una vez y podemos volver a hacerlo”, deslizan.   Mientras tanto, Massa se mantiene en silencio. Pero en su entorno aseguran que sigue muy de cerca la situación política y económica del país. Algunos ya lo imaginan recorriendo la provincia nuevamente, esta vez no como ministro, sino como el candidato que puede intentar unir a un peronismo en busca de identidad y liderazgo. La incógnita no es si quiere, sino si lo dejarán volver