En una reciente entrevista, Rafael Cuchinelli, quien se desempeñó como director de la UDAI de ANSES en General Roca, Río Negro, afirmó que fue presionado por miembros del espacio libertario para entregar el 10% de su salario mensual y una caja de champán como condición para mantener su cargo. Según Cuchinelli, la solicitud provino de la diputada nacional Lorena Villaverde, quien habría exigido estas contribuciones como parte de una práctica habitual dentro del espacio político. El exfuncionario expresó su negativa a cumplir con estas demandas, lo que, según él, habría derivado en su desplazamiento del cargo. La diputada Villaverde respondió a las acusaciones negando rotundamente cualquier pedido de dinero o regalos y calificó las declaraciones de Cuchinelli como "infundadas" y "motivadas por rencores personales". Este episodio ha generado preocupación en la opinión pública y ha reavivado el debate sobre la transparencia y las prácticas éticas dentro de los espacios políticos emergentes. La denuncia de Cuchinelli pone en tela de juicio la coherencia entre el discurso de renovación y las acciones de algunos de sus representantes. La situación descrita por Cuchinelli destaca la importancia de establecer mecanismos de control y rendición de cuentas dentro de todas las fuerzas políticas, especialmente aquellas que se presentan como alternativas al sistema tradicional. La transparencia y la ética en la gestión pública son fundamentales para fortalecer la confianza ciudadana en las instituciones democráticas.