La interna peronista en la provincia de Buenos Aires atraviesa uno de sus momentos más tensos. La relación entre Axel Kicillof y La Cámpora se ha deteriorado significativamente, con acusaciones cruzadas que evidencian una fractura en el kirchnerismo. El malestar en La Cámpora se intensificó tras las declaraciones de Carlos Bianco, ministro de Gobierno bonaerense y mano derecha de Kicillof. Bianco afirmó que "no estaban las condiciones para la unidad del peronismo" y que la unidad "no será a cualquier precio", recordando que aún "nos sigue doliendo la unidad del 2019" . Estas palabras fueron interpretadas por el cristinismo como una provocación y una falta de respeto hacia los aliados del gobernador. Desde La Cámpora, liderada por Máximo Kirchner, sostienen que el entorno de Kicillof busca capitalizar los votos del kirchnerismo sin contar con la figura de Cristina Fernández de Kirchner. "Quieren los votos de CFK, pero sin ella", señalaron fuentes cercanas a la ex presidenta . Además, consideran que el gobernador y su equipo están preparando el terreno para una posible ruptura dentro del peronismo bonaerense. La tensión se agrava con la presentación del nuevo espacio político de Kicillof, denominado "Movimiento Derecho al Futuro", que será lanzado próximamente en La Plata. Desde el kirchnerismo, este movimiento es visto con desconfianza y se teme que pueda fragmentar aún más al peronismo de cara a las elecciones de 2027 . En este contexto, la unidad del peronismo en la provincia de Buenos Aires se ve amenazada por las diferencias ideológicas y estratégicas entre Kicillof y La Cámpora. Ambos sectores deberán encontrar puntos de consenso si desean evitar una ruptura que podría debilitar al espacio político en futuras contiendas electorales.