La fractura entre Javier?Milei y Mauricio?Macri sumó este lunes un capítulo tan ruidoso como inesperado. Durante una rueda de prensa en la Casa Rosada, el Presidente deslizó que el ex mandatario “está llorando victimizándose porque sabe que el electorado ya no compra globos amarillos”. La frase resonó fuerte: hasta ayer ambos espacios intentaban bajar la tensión tras el escándalo del video deepfake y la denuncia penal del PRO. Pero la jornada aún reservaba un giro más polémico. Cuando el periodista Santiago?Díaz (Radio?ConVos) acercó su micrófono al atril para repreguntar, Milei se apartó bruscamente y lo señaló: “¡Me rozaste, cuidadito! No tolero agresiones físicas”. El profesional intentó aclarar que solo buscaba mejorar el audio, pero el Presidente insistió: “Tus modales dejan mucho que desear”. La escena quedó registrada por múltiples cámaras y enseguida circuló en redes, donde la oposición habló de “sobreactuación” y “maniobra distractiva”. Fuentes de Presidencia minimizaron el altercado, atribuyéndolo al “estrés lógico” de una agenda cargada: Milei había arrancado el día en reunión de Gabinete, siguió con la presentación del nuevo esquema de subsidios energéticos y culminó con contactos telefónicos con el FMI. Sin embargo, puertas adentro se admite que el incidente no ayuda a recomponer la relación con la prensa, tensionada desde la campaña por los vetos a conferencias y los cruces con acreditados. En el PRO, los dardos de Milei cayeron como baldazo. Un dirigente del círculo de Macri deslizó que “Javier recurre a la descalificación porque perdió el eje electoral en provincia de Buenos?Aires”. Cerca del ex presidente sostienen que no responderá “en los mismos términos”, aunque remarcan que la alianza legislativa está “en revisión permanente”. Analistas políticos advierten que la escalada verbal responde a una táctica milenaria del libertario: polarizar para consolidar su base. Sin embargo, el riesgo es aislarse justo cuando necesita votos opositores para reflotar la Ley Bases y negociar el Presupuesto 2026. El jefe de bloque libertario, Oscar?Zago, intentó apagar el fuego: “Podemos tener diferencias, pero el diálogo con el PRO sigue abierto”. No obstante, admitió que la “paciencia se agota” si continúan las chicanas. El episodio con el periodista reavivó también el debate sobre libertad de expresión. El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) emitió un comunicado reclamando “respeto institucional” y recordando que el contacto con micrófonos es parte habitual de la práctica profesional. Desde Casa de Gobierno replicaron que “jamás se limitó ninguna pregunta” y que Milei respondió siete en la rueda de prensa. Mientras tanto, el Presidente se apresta a viajar a Córdoba para anunciar un paquete de obras públicas “autofinanciadas” y se espera que vuelva a cruzarse con Macri en un foro empresarial el viernes. Nadie se anima a prever si habrá saludo o nueva descarga retórica.